El diputado nacional, Juan Carlos Polini reprobó, entrevistado por EL LIBERTADOR, el comportamiento del Ejecutivo nacional hacia los gobernadores de las provincias.
Remarcó que la reducción a cero de los derechos a la exportación para las economías regionales será un punto innegociable.
Reconoció la profundización de la crisis, y recomendó velar por la prudencia en el análisis de las iniciativas presidenciales.
Parte del diálogo se dio de la siguiente manera:
Inicia una semana clave en el Congreso nacional. ¿Cómo se desarrolla el tratamiento?
-Este es un tema que se viene trabajando hace algún tiempo y lo veremos en detalle el martes, cuando se realice la sesión. Veremos cómo va la votación en general por un lado y el acompañamiento a las iniciativas que tiene el Gobierno. Para muchos casos hemos presentado algún dictamen en disidencia con la presentación del Gobierno, al igual que varios bloques que también presentaron disidencias.
¿El radicalismo sostiene su crítica sobre la extensión de las iniciativas presidenciales?
-Sí. En las próximas horas veremos cómo podemos hacer para proponer algunos temas más y hacer que la sesión sea más ordenada, porque así como se está planteando es muy larga, y con una gran cantidad de artículos, por lo que tratarlo va a llevar muchísimas horas. Así, con estos temas y tratándose de este modo, se hace muy difícil concentrar el tratamiento y el análisis. Por eso, el análisis del martes va a ser fundamental.
¿Cómo califica el comportamiento del Ejecutivo ante el Congreso?
-La posición del Gobierno fue cambiando. Al principio se dijo que los ministros iban a ir, luego que estarían presentes por Zoom, y finalmente hicieron acto presencial y tuvimos la posibilidad de hacer preguntas. Aún así, los principales, el ministro de Economía, Luis Caputo y los autores intelectuales de las iniciativas, no estuvieron, y no sabemos el porqué.
¿Hubo posibilidad de negociación abierta, o sólo se trató sobre puntos cerrados?
-Puedo decir que con el tiempo hubo posibilidades de negociación, de cambio, que finalmente se fueron dando, y llegamos a hoy. No creo que haya sido un tratamiento normal. Aún se requiere un análisis muy importante sobre una gran cantidad de leyes, que son las que van a modificar, más allá del tratamiento del martes. Esto será cuestión de que se vaya viendo, sobre cuestiones finales y posiciones de otros bloques, que van a jugar un papel muy importante. Lo que vayan planteando los bloques dialoguistas, en concreto, y en el caso específico también de Unión por la Patria, ver qué posición toma el peronismo, que hasta el momento es de permanente rechazo a cualquier tipo de medida.
«Sostenemos una posición, con los gobernadores»
¿Qué opina de las respuestas que, a través de su Gabinete, el Presidente dirige al bloque de gobernadores de Juntos por el Cambio?
-Hay que ver en detalle cómo se define esta acción del Gobierno, de presionar a los gobernadores a través del Ministro de Economía, porque eso es apretar a quienes han sido ungidos por el voto popular, y ese no es un buen accionar. Luego de 40 días de Gobierno, días en los que el radicalismo ha acompañado, y en el que ya hemos generado leyes necesarias para el accionar de su propio plan de Gobierno, con posiciones que tienen que ver con sostener a un Estado presente, no vemos bien que esto ocurra.
Así la cosa, ¿podría terminar tensándose aún más la relación entre la Nación y las provincias?
-Tiene que quedar claro que la posición de los gobernadores tiene que ver con una posición ideológica, más allá de los resultados que tiene el bloque, de las negociaciones, hay situaciones como en materia de retenciones que no vamos a acompañar, o como la quita de haberes jubilatorios, no lo vamos a acompañar, eso lo estamos diciendo desde el primer día, y los gobernadores lo acompañan. Aun así, hay muchísimas leyes que consideramos que son necesarias, pero más allá de la consideración nuestra, el Ejecutivo necesita esas leyes para desarrollar programas de Gobierno. Para nosotros, como bloque opositor, es importante que el Gobierno tenga las manos libres en ese sentido, regulaciones que le permitan llevar sus iniciativas adelante y que el Congreso no sea un obstáculo para poder hacerlo. Pese a todo ello, sabemos, y recordamos que fue el Pueblo el que pidió gran parte de este cambio.
En este nuevo escenario legislativo, ¿considera que estos puntos fortalecen el vínculo entre poderes?
-En el ámbito legislativo, en realidad, me parece que el Gobierno no se puede quejar. Hay actitud colaborativa con el grupo que se llama dialoguista, que es Pichetto con toda su gente, la gente del ARI, algunos partidos provinciales, algunas posiciones radicales, que estamos abriendo al diálogo, para preservar la autonomía de las provincias, colaborar para que el Gobierno tenga su ley y el nuevo Presidente tenga la posibilidad de poder, durante un año, actuar y accionar de la manera que considere que corresponda. Pero también hay que poner un límite a todo esto. No se puede poner un Gobierno de emergencia de dos años, con dos años más, y el Gobierno puede decidir si se los toma o no, no existiría el Congreso. Hay un principio que tiene que volver a la Argentina que es la racionalidad, y estamos tratando de dar racionalidad a todo esto, y para eso hay que discutir y generar acciones.
¿Qué posición adoptará el radicalismo en relación con ese punto?
-Entiendo que ha sido el más responsable, ha sido el primero en tomar la decisión de acompañar en general que esto se trate y en particular veremos las acciones y la dirección que tome el Gobierno. Estamos trabajando en eso, y no dejamos de trabajar. Fuimos a todas las convocatorias, y me parece importante para la situación del país, significa no poner a este escenario una mecha más sino agua fría para que el Gobierno tenga oportunidad de generar un cambio.
Devolver el dinero del «plan platita»
¿Hay algún pedido en específico que el gobernador, Leandro Zdero, haya requerido al Presidente?
-No es en esos términos, hay una posición de los gobernadores que vamos siguiendo, con Leandro tengo una relación personal afianzada, y no necesitamos ni siquiera hablar. Sí, hay una necesidad cruda real, de recuperar el «plan platita» de Sergio Massa, que el propio Presidente votó cuando era diputado, la derogación de la ley para ganancias de los sueldos. Eso, de alguna manera, hay que modificarlo. Para dar autonomía a las provincias, ese dinero tiene que ir ingresando. Las provincias quedaron con ese gran problema. Es un grito desesperado del Gobernador del Chaco.
Con el de Corrientes pasa lo mismo. Es una cantidad considerable de dinero, y no tiene que ver sólo con un gobernador.
¿Hay algún pedido en específico del bloque de Juntos por el Cambio que se presente como innegociable?
-Hay una acción de Gobierno, el mantenimiento de lo que es el Norte Grande Federal, es decir, son agendas que no tienen que ver con la acción legislativa en sí, sino de los gobernadores y representantes de provincias. En este caso no estamos involucrados, y sí sé que, a través de nuestro Gobernador, se avanza en eso.
¿Cuál es el mensaje al ciudadano que ve este proceso en transcurso mientras la crisis avanza?
-Estos son momentos difíciles, momentos en los que tenemos que trabajar y mantener la cabeza bien fría, y generar condiciones de gobernabilidad para este Gobierno que recién inicia, y tener prudencia cuando vemos que se comportan como si pudieran llevarse todo por delante. Hay un partido, que es el radicalismo, que a algunos les puede gustar, a otros no, y que tiene sus diferencias internas, pero que está dispuesto a acompañar y sostener la gobernabilidad incluso en la disidencia, porque, en definitiva, lo que pretendemos, es que el ciudadano viva mejor, ese es el objetivo.
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