El religioso pidió responsabilidad ciudadana para el cuidado del medio ambiente. «Con el drama de los incendios, debemos replantearnos cosas», dijo y reconoció escacez de nuevos sacerdotes.
02-TAPA-POLITICA-4El fray José Adolfo Larregain, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Corrientes, fue entrevistado por Rubén Duarte en El entrevistador, programa que se emite en la señal local de Gigared.
En animado diálogo, el prelado se refirió a diferentes temáticas del interés provincial, nacional e internacional, como así también abordó cuestiones institucionales referidas a la actualidad de la Iglesia.
Sobre el desastre ambiental que produjeron los incendios en la provincia, el religioso mantuvo: «Somos como el ave fénix, de las cenizas podemos resurgir, Corrientes ha sido tan golpeada, pero se va a levantar, tiene mucha fe, tiene un ADN particular, hay que tener confianza, dejar en manos de Dios y fortalecernos para seguir adelante, porque Dios está con nosotros».
En este sentido, Larregain también se expidió acerca de la situación de la pandemia. «Estamos viviendo momentos muy difíciles, la pandemia es algo mundial, y con la problemática de los incendios, es algo que es consecuencia y se manifiesta de otro modo en otra parte del mundo; que hacen referencia al Ecocidio, al mal manejo que realizamos, a la manipulación que ejercemos sobre la naturaleza, que nos traen terribles consecuencias. Vemos el cambio climático, los carpinchos que pasan por la ruta, vi arroyos que están secos, lagunas secas, y eso es un replanteo que tenemos que hacernos, es decir, porqué pasa esto y no espiritualizar, no decir Dios no nos manda lluvia, no tenemos suerte con las tormentas. No pasa por ahí; sino qué responsabilidad tenemos nosotros en el cambio climático que afecta al territorio argentino, tenemos que tener una mirada crítica y replantearnos cosas».
Al mismo tiempo, destacó: «Tenemos gran devoción a la Virgen, Ella es pura y limpia, siempre nos sostiene, está con nosotros, en esas manitos caben las penas del poriahú, en sus manitos caben las penas de todos nosotros, fuerza, confianza, ánimo; lo material se recupera, y hay que mirar hacia adelante; lo material se recupera, lo que no se recupera es la vida. Los que han perdido animales y la vida de seres queridos, la confianza en Dios es la que nos sostiene y nos anima».
Profundizando en la cuestión, Larragain hizo un llamado a la responsabilidad ciudadana en el cuidado del medio ambiente. «Hay que ser responsables, las acciones y omisiones tienen consecuencias, hay que ser responsables, no se puede dañar el bien común, porque la casa común es de todos, nuestro planeta es de todos, aunque tenga título de propiedad, cuando se daña el bien común la justicia tiene que actuar, para saber por qué se hace esto. No se puede dejar pasar, no se puede dejar pasar», insistió
RESPETO
Larragain además se explayó sobre el clima social en complejos tiempos actuales. Si cree que la sociedad está muy intolerante, el sacerdote, manifestó: «Se habla de algo, que quizás en el día a día no nos damos cuenta, se nota en el trato personal, en el tránsito, la gente que trabaja en salud, en seguridad, se habla no de una época de cambio sino en un cambio de época. Esto es algo que se está notando, los compromisos que nos son asumidos para siempre, es un cambio de mentalidad muy fuerte en los jóvenes principalmente, lo vemos en concepciones, en estilos de vida, en modo de abordar las cosas, que no sé si los adultos estamos preparados mentalmente, psicológica y espiritualmente, pero las futuras generaciones van a poder analizar. La educación y la disciplina son pilares que tenemos que apuntalar, estar atento, no se tiene que descuidar».
Vocación y destaque del Papa Francisco
«¿Dudó alguna vez de su vocación sacerdotal?» fue una de las preguntas formuladas a Larragain, quien respondió: «Una vez que ingresé a la Orden Franciscana, me tomé dos años de discernimiento, para ver si esto era lo mismo. En el discernimiento entran tres aspectos, por un lado Dios, lo que es Dios, lo que Él dice y lo que nosotros decimos que Él dice; y por otro lado la dimensión personal y la institucional, de pensar si esto es para mí o no. El día que salí de mi casa con el bolso, un 19 de marzo fue un día muy importante para mí, a partir de ese día sentí que esto era lo mío. Mi vocación surgió finalizando el colegio secundario, con inquietudes que una religiosa introdujo en mi corazón, de cómo hacer una catequesis para gente que no sabía leer ni escribir, y el compromiso con personas enfermas; a partir de ahí fue madurando, tomé algunos años de discernimiento, trabajé en la administración pública, hice una carrera que nunca ejercí, y a los 26 años ingresé a la Orden Franciscana».
Asimismo, el prelado detalló su camino sacerdotal: «Hice un camino en distintos lugares; el postulantado en Bahía Blanca, el noviciado en Salta Capital, acompañé distintas comunidades como proceso temporal, en Moreno, Merlo, Ciudadela, pastoralmente trabajé en el barrio Ejército de los Andes, párroco de Tartagal en Salta, ministerio sacerdotal en Río Cuarto, y en Merlo estuve los últimos diez años».
Al ser consultado sobre si cree que faltan sacerdotes en el país, destacó: «Sí, la cosecha es mucha pero los operarios son pocos, nunca alcanzan los operarios, y últimamente se ve una bajante en cuanto al número que ingresan a la vida consagrada y los seminarios, hay una desproporción entre la gente mayor y los jóvenes».
«¿Se nota un rechazo al Papa Francisco, por el sector político al que perteneció en su juventud?» fue una de las preguntas de Duarte, a lo que el Obispo consideró: «Toda persona es marcada por los lugares en los que pasa y donde amó la vida. El problema es sobre las interpretaciones que se hace. Desde la Argentina hacemos una interpretación desde acá y hay que ver las intenciones de él, si él piensa en la Argentina y lo que pasa acá.
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