El caso de «Cata», una perra de raza border collie, que fue rescatada por la Policía luego de que unos desconocidos se la llevaran del frente de su casa, permitió visibilizar la cantidad de casos similares que son denunciados a diario en las redes sociales. En Facebook o Instagram, los denominados «grupos mascoteros» son el espacio elegido para la difusión y el pedido de ayuda de los propietarios. Sin embargo, ocurre lo contrario en las comisarías, donde son contados los dueños que acuden a denunciar estos hechos.
Con «Cata» ocurrió que la secuencia en donde los tres delincuentes la roban tras alzarla en una motocicleta, quedó filmada en una cámara de seguridad. Esto permitió la intervención de los uniformados del Destacamento San Marcos, quienes ubicaron a los responsables y permitieron que el animal se reencuentre con sus propietarios. «En este caso se trabajó porque estaba ese video y eso ayudó a encontrar a estas personas», indicó una fuente policial.
Hechos de este tipo con perros o gatos sustraídos por desconocidos son moneda corriente todos los días en la ciudad. Pero, lejos de lo que se esperaría, son muy pocas las denuncias realizadas a la Policía. «Por lo general, son personas que se llevan a los animales y luego piden recompensa por devolverlos. Y la mayoría de las veces, los propietarios optan por pagar y recuperarlos cuanto antes, sin acudir a las comisarías», agregó la fuente.
Sin embargo, mientras esto ocurre con las denuncias formales, en las redes, las publicaciones con imágenes de animales robados o desaparecidos son una constante. Y son también, una herramienta más simple y efectiva para recuperarlas. En el caso de «Cata», fue precisamente la difusión del video y una publicación con los datos, lo que facilitó el trabajo de los policías que la encontraron.
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