El pasado martes 31 de enero, un foco de incendio cerca de Mercedes, aproximadamente a un kilómetro del hotel Iberá Lodge, uno de los alojamientos establecidos en esa zona de los esteros del Iberá, provocó la alarma de los vecinos y de los dueños del mismo.
Bomberos Voluntarios, Defensa Civil y demás fuerzas del Gobierno de la Provincia se presentaron en el paraje Tacuaral, para aplacar las llamas en el punto donde se había iniciado, pero la cortina de humo era visible desde la ciudad de Mercedes, a unos 80 kilómetros, según el relato de un vecino que se comunicó con EL LIBERTADOR.
La presidente de la Cámara de Turismo de Corrientes, Alejandra Boloqui brindó a este medio un panorama sobre el impacto de los incendios sobre las actividades y los servicios que se ofrecen en los portales de acceso a los humedales correntinos, de gran afluencia de visitantes a lo largo del año, y que activaron la economía de los pueblos que los rodean, a partir del caso del foco cercano al Iberá Lodge.
«En esos casos, la prioridad es siempre preservar a las personas y la infraestructura, y en lo posible, frenar el avance del fuego sobre las zonas productivas. Se hace, pero es mucho más difícil cuando hay que controlar un incendio dentro de los esteros, porque hay zonas a las que no se puede llegar muy fácilmente», recalcó.
MAPA DE
INCENDIOS
«En las últimas semanas, tuvimos algunos focos en la zona Norte. Hay uno activo en el portal Carambola, por eso se procedió al cierre del acceso al parque provincial», señaló.
La medida definitiva fue tomada el lunes 30, luego de que en el transcurso de la semana anterior ya se hubiera suspendido el acceso durante 24 horas. «Era un fuego que ya venía desde diciembre y se mantenía controlado, pero siguió avanzando. Siempre se van modificando los focos activos en función del viento, el calor, la falta de lluvias y del combustible que tengamos ya sea en pastizales y forestaciones», explicó.
Hasta el momento, es el único portal cerrado. «Los otros nueve están abiertos y en algunos ya no se hacían actividades fluviales por la sequía. En otros, por ejemplo, en la laguna Iberá del portal de Carlos Pellegrini se puede seguir navegando sin inconvenientes, y en el portal Cambyretá siguen ingresando los safaris 4×4. Ese tipo de actividades no tuvieron suspensiones», especificó. Sin embargo, subrayó que «hay que estar monitoreando permanente cada uno de los accesos».
TEMPORADA BAJA
«Generalmente, verano es temporada baja en los esteros. Si miramos el mapa de ingresos de todo el año, otoño, invierno y primavera son los meses de mayor trabajo en el Iberá. Verano son meses de mayor trabajo en las playas de Corrientes», precisó la Presidente de la Cámara de Turismo.
«Puntualmente, la sequía provocó que en los meses de noviembre y diciembre ya no se estén realizando navegaciones en algunos portales como San Antonio, Galarza, San Nicolás y Carambola», contó.
«Los incendios acaban de comenzar entre diciembre y mitad de enero, y en realidad, recién se cerró el primer portal debido a esto, así que es muy pronto para decir cuánto afectó al turismo», aclaró, y recalcó que «es la sequía lo que sí está afectando la imposibilidad de trabajo en varios portales».
«Estos portales, que no están pudiendo acceder al arroyo Carambola o a la laguna Galarza, son los que están afectados en un cien por cien en las actividades que pudieron haber ofrecido a los turistas que visitan esas localidades», puntualizó Boloqui.
Resiliencia y reconversión en el Iberá
La presidente de la Cámara de Turismo, Alejandra Boloqui explicó a EL LIBERTADOR que la estrategia de los emprendedores del Iberá ante las catástrofes es «reconvertirse».
«En muchos casos, primero nos tenemos que poner al hombro la situación. Nos pasó el año anterior, en la zona Norte, donde estuvimos dos meses con fuego. Entonces ahí no podíamos irnos a otro lado porque tenemos que reservar nuestros lugares donde vivimos», remarcó.
Señaló que «generalmente, uno puede reconvertirse en su propia localidad, guiando en otros ambientes».
«Lo que aprendimos con los incendios del año pasado, es que no solo debemos hablar del fuego, sino mostrar sus impactos en otros ambientes y de cómo se producen modificaciones en los hábitats y en la fauna, cuando el fuego pasa», explicó.
RECUPERACIÓN
«La resiliencia que tiene la naturaleza hace que todo vuelva a su curso habitual, la misma fauna y las plantas vayan volviendo a florecer. Invitamos siempre a los turistas a que también sean parte de la recuperación», destacó Boloqui.
«No es solo mirar lo negativo, sino transformarlo. Decirle a un turista: «Vení, te llevó a caminar en un estero seco para que veas el impacto del cambio climático»», apuntó.
EMPATÍA
En esta temporada de incendios, Boloqui pidió a los correntinos que tengan «empatía para quienes tenemos al lado y la naturaleza».
«No prender fuego ya no se puede ser una recomendación, sino una obligación en estos casos de sequía extrema», recordó, y a la par, manifestó su agradecimiento hacia quienes combaten los incendios, con el esfuerzo que conlleva.
También alentó a los turistas a mantener a Corrientes como destino elegido de sus viajes. «La mejor manera de ayudarnos es seguir visitándonos y ser parte de la recuperación de los daños que causan estas situaciones extremas», pidió.
«Que sigan participando de los carnavales, así como lo hicieron la Fiesta Nacional del Chamamé, colaborando con las localidades que más lo necesitan, generando esas fuentes de trabajo», concluyó.
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