Desde el Instituto de Geografía de la Facultad de Humanidades de la Unne indicaron que, si bien la extensión temporal del fenómeno fue considerable, lo más notorio fue la intensidad de los bajos registros de lluvias, así como la extensión espacial pues afectó a todo el territorio del NEA, según informó Medios Unne.
Desde inicios del año 2020, en gran parte de la Argentina empezó a registrarse un período de déficit hídrico por bajas precipitaciones, que provocó la peor sequía en 60 años y el 8° año más seco de toda la historia, según estimaciones oficiales.
La prolongada sequía generó consecuencias en materia de producción agropecuaria, ambiental, generación de incendios y limitaciones en disponibilidad de agua, entre otros efectos.
En cuanto al alcance del fenómeno climático en la región Nordeste, especialistas de la Universidad Nacional del Nordeste realizaron un análisis de registros de las precipitaciones de los últimos años, tomados por organismos nacionales y regionales.
La docente e investigadora Patricia Snaider y la observadora meteorológica del Centro de Documentación de Información (Cedei), Ayelén Montserrat Núñez, fueron consultadas por Medio Unne y explicaron que el déficit hídrico en la región Nordeste tuvo tres aspectos relevantes: la larga duración, la extensión territorial y, sobre todo, la intensidad de la sequía.
FALTA DE LLUVIAS
Lo más relevante de este período de sequía fue la intensidad del déficit en las precipitaciones para la mayoría de las localidades de la región, coincidieron Snaider y Núñez.
Según indicaron, en el NEA se produjeron en los últimos tiempos otros periodos de sequía mayor a tres años en localidades o estaciones meteorológicas con registros de hasta cinco y seis años de déficit hídrico.
Sin embargo, la actual sequía se caracteriza por niveles mucho más bajos de precipitaciones respecto a períodos anteriores. El período de 2020 al 2022 contabilizó precipitaciones en el NEA que fueron el 50 por ciento menos al promedio de la serie de los últimos 10 años.
VALORES
En la provincia de Corrientes, la localidad de Paso de los Libres tiene registro de cinco años de sequía entre 2004 y 2008 con montos anuales entre 1.085 mm y 1355 mm mientras que en el año 2020 sólo llovieron 998 mm, 1.062 mm en el año 2021 y el año 2022 acumuló precipitaciones por 782 mm, es decir que en este último año los montos representan un 43 por ciento menos que el agua caída en promedio en la última década.
Corrientes Capital también pasó por cinco años secos entre 2008 y 2012 con montos anuales de 932 mm (2008), 1.326 mm (2009), 1.285 mm (2010), 1.269 mm (2011) y 1.041 mm (2012), mientras que en el año 2020 se midieron un total de 879 mm y 822 mm en el año 2022.
PRONÓSTICO
Comentaron que las perspectivas indican que el fenómeno de sequía está llegando a su etapa final y las precipitaciones se encaminan hacia la normalización.
Remarcaron que fueron tres años con «demasiado poco» milimetraje, pero lo bueno es que se está retirando el fenómeno de La Niña. Se espera que para el período marzo, abril y mayo las precipitaciones se ubiquen dentro de los parámetros normales.
«La precipitación es uno de los elementos más variables del clima, más aún en nuestro tipo de clima, y de allí la importancia de estudios integrales para interpretarla», sostuvo Snaider.
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