El Equipo de Pastoral Social del Nordeste Argentino (NEA), que acompaña el obispo de la Diócesis de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecín, envió un mensaje a la comunidad de la región con motivo de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso), un documento titulado Cultivar, Luchar, Participar, desde el cual insta a los ciudadanos a «ver más allá de la política partidista, analizar las promesas de la campaña con un ojo crítico y escoger dirigentes políticos según su principio, no su afiliación política o el interés propio».
«En el contexto social, político, cultural y económico que estamos viviendo, es necesario replantearnos cuál es nuestro compromiso ciudadano, cristiano y moral que nos lleve a contribuir y construir nuevas relaciones de amistad social y fraternidad», comienza el documento firmado por monseñor Canecín, en el que se agrega que «desde la Pastoral Social de la región NEA, nos preguntamos: ¿Nos sentimos llamados a ejercer nuestro derecho a elegir? ¿Abogamos por elecciones democráticas, libres, transparentes y representativas? ¿En qué circunstancias nos involucramos participando en los asuntos de interés público? ¿Qué nos mueve? ¿El bien común o nuestros intereses? ¿Exigimos transparencia en la administración pública, pero en nuestros ámbitos de vida solemos caer en la corrupción?».
Tras esa reflexión en el mensaje, dado a conocer por la Oficina de Prensa del Obispado de Goya, el equipo enfatiza: «Condenamos las grietas, divisiones». Y en esa línea preguntan si se valora a cada persona respetándola desde su dignidad, su pensamiento, opinión o elección.
«Miremos a la viuda, como lo hizo Jesús» en el pasaje de las Sagradas Escrituras, en el Evangelio de Marcos, 12,44: ‘Ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir’. La actitud de la viuda nos cuestiona sobre cómo estamos ‘siendo parte’ de la sociedad en la que nos encontramos inmersos», puntualiza el texto con la adhesión de las 10 diócesis de la región pastoral NEA.
NO ALCANZA
CON SÓLO VOTAR
Asimismo, plantean que sólo «hacer nuestra parte» no alcanza, no ayuda, «necesitamos involucrar y poner la vida misma en aquello que damos. No alcanza con sólo votar cuando nos toca o porque nos sentimos obligados a hacerlo. No basta una moral cívica que protesta y denuncia, pero no propone», y advierte que «construir sociedades democráticas requiere el esfuerzo de todos».
ENTRE VIRTUD
Y OBLIGACIÓN
Al recordar la enseñanza del Concilio Vaticano II, apunta que «los derechos de la persona (sean) condición necesaria para que los ciudadanos, como individuos o como miembros de asociaciones, puedan participar activamente en la vida y en el gobierno de la cosa pública» y afirman que «el ser ciudadano fiel es una virtud y la participación en la vida política es una obligación moral».
El mensaje del Obispo goyano y del Equipo de Pastoral Social del NEA sostiene que los ciudadanos «deberíamos ser guiados más por nuestras convicciones morales que por nuestro apego a un partido político o grupo con intereses especiales», para «ver más allá de la política partidista, analizar las promesas de la campaña con un ojo crítico y escoger dirigentes políticos según su principio, no su afiliación política o el interés propio».
MOTIVO DEL
DESÁNIMO
Al considerar que «la falta de representación política nos desanima, desalentando a muchos a ejercer su derecho y deber al sufragio», alerta que «hay una pérdida de la confianza en las instituciones democráticas y en el voto como herramienta para incidir en lo público».
De allí que realiza un llamado a participar del acto eleccionario porque «es justamente por esto, que debemos responder con valentía y perder el miedo a participar, evitando prejuicios descarnados, y ciertas afirmaciones muy temidas como ‘esto no cambia más’ o ‘todos son iguales'».
CON DEMOCRACIA
ININTERRUMPIDA
«Los desafíos son aún mayores si pensamos que estamos transitando 40 años de democracia ininterrumpida en nuestro país; tal vez, haya uno que se impone en estas circunstancias: ¿Cómo ‘robustecer’ la democracia representativa para que, a través de ella, recobremos la confianza y la credibilidad en nuestro sistema democrático? Como afirma el Papa Francisco, ‘el fruto de la desconfianza es la apatía y la resignación'», remarca el documento.
Entre otros conceptos, como se describe en la nota adjunta, finaliza: «Con la alegría y la esperanza firme, sabiendo que Jesús camina a nuestro lado, nos encomendamos a Nuestra Tierna Madre de Luján que nos anima a construir juntos una Patria de hermanos».
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