Una cita atípica, con más dudas que certezas, para protagonistas, organizadores y espectadores. A meses de su inicio, el COI y el gobierno japonés preparan protocolos y vacunación masiva para los atletas. El aumento de los casos y las nuevas variantes ofrecen un panorama sanitario difícil.
Los Juegos, postergados por un año a raíz de la pandemia y que se reprogramaron entre el 23 de julio y el 8 de agosto de 2021, van a ser atípicos: no tendrán público extranjero y habrá aforo reducido y limitación de las actividades. Pero van a realizarse sí o sí, según el COI y las autoridades en Japón, que vienen desmintiendo cada rumor de cancelación. Los miles de millones de dólares en transmisiones de televisión están asegurados. Por el momento, el único país que desistió de participar por el Covid-19 fue Corea del Norte.
Mientras, la organización de Tokio 2020 (se sigue llamando así por el merchandising, la cartelería y todo lo preparado hace años) lanzó una serie de manuales con protocolos y recomendaciones para federaciones, cuerpos técnicos, atletas, prensa acreditada y TV.
Todos los actores de la gran cita olímpica deberán hacer una cuarentena estricta de 14 días en sus lugares de origen antes de entrar a Japón, donde se realizarán testeos permanentes, se cumplirán itinerarios estrictos por «burbujas» y se limitarán los ingresos a las sedes, hoteles y a la Villa Olímpica.
Japón busca frenar la propagación de una variante más contagiosa antes de los Juegos y con menos del 1 por ciento de las personas vacunadas. Hay un descontento en la población por la realización, el 72 por ciento está en contra de los Juegos (39,2 por ciento querría su cancelación y el 32,8 por ciento su aplazamiento) en este contexto.
El 60 por ciento de los atletas ya estaba clasificado antes de la postergación de los Juegos y muchas plazas se definirán por ranking, aunque algunos clasificatorios -pospuestos para el 2021- también se suspendieron (en Tokio, en Brasil, en Europa) en estos meses por los rebrotes.
De todas formas, el relevo de la antorcha olímpica empezó el 25 de marzo en Fukushima, Japón, y continúa con algunas alteraciones, como la baja de algunas celebridades que iban a portar la llama olímpica o tramos cerrados al público para evitar aglomeraciones.
«Nuestra tarea es organizar unos Juegos seguros y hacer realidad los sueños olímpicos de los atletas», insistió Thomas Bach, sin dudar de la celebración de Tokio 2020, a pesar de todas las dificultades que presenta una situación inédita para todo el planeta.
Los próximos días estarán cargados de incertidumbre, no sólo para los clasificados, sino para todos los atletas que pugnan en estos meses por los lugares vacantes. La organización, la logística de cada delegación, también espera confirmaciones para poder hacer el mejor papel, ya que estas citas, no todo es deportivo y hay muchos detalles.