a crecida del río Paraná llegó a la ciudad de Corrientes y comenzó a afectar a toda la costa capitalina.
Reflejo de ello, una de las playas quedó bajo agua por lo que fue inhabilitada. Se trata de la playa Islas Malvinas I.
La situación generó una medida extrema que fue tomada por la Municipalidad de Corrientes en la jornada de ayer. Asimismo, se clausuró uno de los dos ingresos a las Islas Malvinas II, en este caso, sólo se podrá acceder por el paseo Sor Assunta Pittaro.
Continúan funcionando las playas de Arazaty I y II y Molina Punta, que cuenta con servicios de guardavidas, seguridad, sombrillas y sanitarios para los visitantes.
Los balnearios fueron inaugurados a comienzos de octubre, iniciando la temporada 2023-2024 con el slogans «Viví el verano más largo de la Argentina».
Rescataron caballitos varados
La Policía de Corrientes procedió al rescate de caballos que se hallaban abandonados en un banco de arena.
De acuerdo al parte oficial, efectivos dependientes de la Dirección de Seguridad Rural y Ecológica llevaron adelante recorridas de prevención en zonas del río Paraná, más precisamente a bordo de una lancha, logrando en la oportunidad observar -en un banco de arena- a cuatro animales equinos aparentemente abandonados y en estado de desnutrición.
Con la colaboración de personal de la Prefectura Naval Argentina procedieron a trasladar a los animales hacia la costa a fin de recibir la atención veterinaria correspondiente.
Ladrilleros bajo agua e impedidos
de continuar con su trabajo
En el barrio Lomas del Mirador, familias ladrilleras sufren el avance del río Paraná, sus ladrillos están sumergidos en el agua y hasta que baje, y se seque la tierra no pueden trabajar.
«En dos o tres días crece el río, pero para que baje tarda una o dos semanas, tengo mucha impotencia, dolor, tristeza, una carga porque tenemos que traer el pan a nuestra casa, para nuestros hijos y no podemos», relató un ladrillero de la zona en diálogo con radio Dos.
Otro testimonio es el de Jesús Leyes, quien enfatizó: «Nosotros no tenemos recursos para ir a otro lado, es lo que nos tocó, hay gente que puede sacar tierra de lugares más altos, nosotros no».
Al mismo tiempo remarcó: «Me molesta y me duele que la gente no sepa lo que hacemos y hable sin saber, que no nos conozca y diga cosas sin saber, me gustaría que vengan a ver qué es lo que hacemos, y cómo vivimos»; y señaló: «Yo desde chiquito aprendí a hacer ladrillos, también vendí diarios, ahora me toca bachear, todos me conocen».
«No recibimos asistencia, nada, eso también da bronca, tengo cinco hijos, que tengo que dar de comer, con mi señora somos 7 en la familia» destacó.
En ese mismo sentido, mencionó: «Por eso pedimos que, si la ayuda llega que venga a las familias no a los referentes porque si no, no llega».
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