Lo detectó en la unanimidad de la condena al atentado contra Cristina Kirchner, pese a la fuerte confrontación que venían manteniendo el oficialismo y la oposición. Empero, considera prudente esperar que «baje la espuma» de la conmoción actual, para ver si eso impactará de algún modo en el futuro escenario electoral. Tensiones en Juntos por el Cambio. La paradoja económica nacional.
02-TAPA-POLITICA-5Al opinar sobre el clima político actual tras el intento de magnicidio contra la vicepresidente, Cristina Fernández de Kirchner, el analista político peronista Pascual Albanese consideró que «por la dimensión del hecho, es como que ha tapado el resto del escenario político por unos días, lo cual no quiere decir que el resto del escenario político haya desaparecido».
«Es probable -agregó- que cuando baje un poco la espuma, volvamos a poder apreciar el escenario en su conjunto o las modificaciones que este acontecimiento puede o no haber producido en el curso de los acontecimientos».
Puso de relieve el «repudio generalizado» de la sociedad contra el atentado, lo que marca «un índice elocuente del nivel de madurez política que ha alcanzado la Argentina, que desde ya destierra por completo la alternativa de violencia como forma de resolución de los conflictos».
Albanese fue consultado en el programa La Otra Campana, ciclo conducido por los periodistas Gustavo Adolfo Ojeda y Darío Ramírez por LT7 Radio Corrientes en dúplex con LT 25 Radio Guaraní de Curuzú Cuatiá.
A continuación, las partes medulares de la charla:
¿Cuál es tu visión de los últimos acontecimientos que ocurrieron en el país?
-Como te imaginarás, es una pregunta demasiado abierta que da para hablar de acá hasta el domingo que viene. Para arrancar por algún lado, simplemente creo que es obvio que si hablamos de los acontecimientos de los últimos días hay un hecho conmocionante que ha monopolizado la atención pública, que es el atentado fallido contra la Vicepresidenta. Por la dimensión del hecho, es como que ha tapado el resto del escenario político por unos días, lo cual no quiere decir que el resto del escenario político haya desaparecido. Es probable que cuando baje un poco la espuma, volvamos a poder apreciar el escenario en su conjunto o las modificaciones que este acontecimiento puede o no haber producido en el curso de los acontecimientos. En relación al atentado, no hay nada que decir, obviamente que hubo un repudio generalizado de la sociedad argentina y al mismo tiempo ha sido un índice elocuente del nivel de madurez política que ha alcanzado la Argentina, que desde ya destierra por completo la alternativa de violencia como forma de resolución de los conflictos.
El panorama opositor
En Juntos por el Cambio, el otro frente, también hubo movida de piezas. Parece que también el ex presidente Macri se posiciona frente a las eventuales precandidaturas de Bullrich, Vidal o del mismo jefe de Gobierno, Rodríguez Larreta.
-En relación a lo que está pasando en Juntos por el Cambio, me parece que habría que buscar un poquito más a fondo, porque no está solamente ahí la disputa entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta por lo que podría ser la candidatura presidencial del PRO, no de Juntos por el Cambio. También, hay que tener muy en cuenta lo que es el nivel de tensión que ha adquirido la relación del PRO en su conjunto con la Unión Cívica Radical. Esto es lo que sucedió, por ejemplo, hace unos días en la Cámara de Diputados en cuanto a las distintas posiciones respecto a la sesión especial que había convocado la Presidencia de la Cámara. Extraña la posición adoptada por Facundo Manes, cuando fue el único diputado de Juntos por el Cambio que se negó a firmar el pedido de juicio político contra Alberto Fernández. Curiosamente las apreciaciones del presidente del Comité Nacional del radicalismo, esto es el gobernador de Jujuy Gerardo Morales y la vicepresidenta del Comité, esto es María Luisa Storani, inclusive el hermano de Manes que es el presidente de la Convención Nacional del radicalismo, los tres apoyando la posición de Facundo Manes contra la postura mayoritaria de su bloque de diputados nacionales. Eso marca que ahí también anda dando vueltas una reconfiguración de fueros que por ahora no está demasiado claro qué destino vaya a tener. Uno podría decir que paradójicamente, más allá del protagonismo de Cristina Kirchner y del protagonismo de Mauricio Macri, también es cierto que hay voces que se escuchan en distintos ángulos del escenario político, que de alguna manera tratan de salir de ese escenario de polarización.
La paradoja económica
¿Cómo ve el panorama económico del país?
-A mí me da la impresión de que la situación económica argentina, está obviamente caracterizada, desde el punto de vista de la opinión pública, por el ritmo de la inflación, porque es lo que golpea cotidianamente el bolsillo del conjunto de los argentinos. Esa cuestión ha adquirido una centralidad política como pocas veces ha tenido antes. Yo sólo recuerdo como analogía la segunda parte del gobierno de Raúl Alfonsín, en la época previa al estallido inflacionario. Y en este año, hasta ahora los índices que va marcando el Indec son verdaderamente preocupantes y no han cedido. Estamos en septiembre, vamos a conocer el incremento de precios al consumidor del mes de agosto y las estimaciones previas colocan en un ritmo del 6 o 7 por ciento, lo cual está llevando a pensar a algunos en una inflación anual mayor al 90 por ciento y aún cercana al 100 por cien, lo cual es una cifra inédita desde hace 20 años en la Argentina. Dicha esta aclaración, hay que decir que esta es la percepción inevitable del conjunto de los argentinos porque es la consecuencia de un proceso más vasto. El centro actual, desde el punto de vista de lo que podríamos llamar la economía real de la Argentina, es la falta de dólares. Se entiende por falta de dólares, el hecho de que el Banco Central de la República Argentina no tiene más reservas monetarias líquidas. Cuando se dice esto, es que no tiene más dinero al contado, por así decirlo. No es solamente eso, sino que algunos dicen que tiene reservas negativas, o sea que en realidad faltan dólares en el Banco Central, que no estamos en 0, sino bajo 0. Esto es lo que ha generado, entre otras cuestiones, todas las restricciones que se han tenido que imponer a las importaciones, cosa que ha generado obviamente una respuesta negativa de parte de los sectores industriales afectados, porque como bien sabrán ustedes, el conjunto del sistema industrial argentino depende en buena medida de la adquisición de partes o insumos que se producen en el exterior. O sea que no importar implica también, en esos casos, la imposibilidad de producir. A esto hay que agregarle el hecho de que, si bien es cierto que faltan dólares en el Banco Central, este año las exportaciones argentinas se acercan a un récord histórico, van a estar por encima de los 90 mil millones de dólares, particularmente en el sector agropecuario y la cadena agroindustrial. Y sin embargo, teniendo un récord de exportaciones y, al mismo tiempo, una balanza comercial extraordinariamente favorable, seguimos con este problema de reservas que constituye un cuello de botella para el desarrollo de la economía. Agreguemos a esto que, en realidad, si uno mira no el Estado argentino sino la sociedad argentina, en el país no es que falten dólares, hasta podríamos decir que sobran… Todas las estimaciones de los analistas internacionales y nacionales, indican que los argentinos en el exterior o por lo menos fuera del sistema bancario formal tienen atesorada una cifra que es más o menos el equivalente a un PBI. Algunos dicen que la Argentina es el país, fuera de los Estados Unidos, que tiene más dólares por habitantes en el mundo entero. Más allá de las discusiones sobre el acierto o error de determinadas medidas económicas, hay una cuestión central que es de índole eminentemente política, que es una cuestión de confianza en la Argentina que hace que no solamente los inversores extranjeros, sino los propios argentinos, eludan la posibilidad de invertir en el país. Solamente la inversión del 10 por ciento de la cifra que estamos hablando, atesorada hoy por hoy fuera del sistema financiero, alcanzaría para el despegue de la economía argentina.
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