El fútbol de Corrientes está de luto, con la desaparición física del legendario Aparicio Acosta. Todo un símbolo de la década del ’70 y ’80, goleador nato, de raza como se decía en esa época. Supo ganarse el aprecio y el cariño de propios y extraños.
A manera de homenaje, el profesor Guillermo Gómez ofreció una semblanza del gran “Apa”, que ya no está entre nosotros, pero dejó su legado como deportista y a través de sus cualidades humanas.
“Entraba a la cancha y lo aplaudía todo el estadio. Muy pocas veces pude ser testigo de algo parecido, tan respetado como jugador y como persona. Todos querían saludar al gran «Apa» y él con un trato gentil y amable, demostraba el talante de persona que era.
“Apa” siempre contaba que jugó 10 años en Sportivo y que hizo más de 200 goles. También, que todos los equipos de Corrientes y de Resistencia lo querían llevar, pero el que más intentaba convencerlo, era el Dr. José. A. Romero Feris ,“Don Pocho», como él le decía. Jugó además para Huracán, Mandiyú, Ferroviario, Atlético Tucumán, todos equipos en los que salió campeón. Cuando dejó Mandiyú, jugó en Tucumán que estaba en la B y logró el Campeonato y Ascenso. Al año siguiente jugó en Ferroviario y también logró el Campeonato y el Ascenso.
Dueño de unas piernas muy fuertes, siempre le preguntábamos con cuál de las dos le pegaba más fuerte y el sólo se reía y luego contestaba “Con la que primero le pegue a la pelota.” Cuando había un tiro libre la gente comenzaba a corear «Apa”, Apa» y él los pateaba y casi siempre eran gol. Dueño de un salto espectacular para cabecear que era la envidia y el asombro de todos, con un sentido de ubicación que lo hacían siempre ganar en lo alto, era un crack un prodigio, el arquetipo de goleador que todos querían tener.
Creo, necesario en este momento, recordarlo por lo que fue y por todo lo que deja como jugador y como persona. Hoy a los 85 o 86 años, «Apa», se fue y nos dejó, haciéndonos saber que se puede ser siempre bueno y no solamente el mejor. Hoy «Apa» querido, comenzamos a extrañarte”.