El productor agropecuario Nahuel Batalla, víctima de abigeato en un campo que es propiedad de su madre, la actual jueza Civil, Comercial y Laboral, Rosa Batalla, campo que administra, bajó de urgencia a Paso de los Libres, desde Corrientes, cuando fue informado que, de oficio, personal policial había intervenido con eficacia en un hecho de abigeato que lo afectaba. Hasta aquí lo anecdótico.
20-CONTRATAPA-4La cuestión se suscita cuando, ya en el Priar de Paso de los Libres, pretendió formular otra denuncia, y se encontró con la negativa del oficial de policía que, invocando órdenes estrictas del fiscal sustituto, Mauro Casco, se negaba a cumplir con su obligación de tomar la denuncia.
El productor señaló que «siempre resalto que es un delito complejo porque va mucho más allá del apoderamiento, transporte, comercialización, faena, intermediarios y demás, sino que estamos hablando también de un montón de delitos contra la salud pública, porque son animales que no pasan por ningún tipo de control que se requiere para el consumo de las personas».
Reflexionó finalmente, ante las deficiencias del accionar judicial, que «es lamentable y vergonzoso que tenga que pasar por esto, porque uno se siente totalmente desprotegido en estos casos».
Batalla al lograr efectivizar la denuncia, por intervención de las más altas autoridades judiciales y políticas, asistido por el doctor Neris Fuccenecco, quien debió ir en apoyo del productor, señaló que no se trata «sólo del apoderamiento de la hacienda, sino que acá hay un delito más grave, que es asociación ilícita, un modus operandi de una organización que roban uno acá, otro allá, varios en otro campo y hay una comercialización mucho más grande».
«Entonces -advirtió- estamos hablando no sólo del apoderamiento, sino de un trasporte, de la comercialización en cuanto a intermediarios, comisionistas que están prendidos en esto… También estamos hablando de una faena que se produce de esos animales robados, más luego la comercialización en carnicerías que compran esa carne robada».
Abogó para que la Justicia tome este delito «de la manera que realmente es».
En declaraciones al programa La Otra Campana, por LT 7 Radio Corrientes en dúplex con LT25 Radio Guaraní de Curuzú Cuatiá, Batalla dijo que quiso abundar en los hechos con la nueva denuncia sobre todas aquellas implicancias, pero «no me dejaban realizarla, querían que sólo haga una ampliación de la denuncia en que había actuado de oficio el Priar (Policía Rural) y no me dejaban avanzar con otra denuncia, por orden del fiscal Casco».
En parte de la conversación del oficial interviniente con el Fiscal, estuvo presente la jueza Batalla, que pudo escuchar los dichos y directivas del funcionario judicial dadas a la Policía, algo realmente extraño e incompresible que obligó a que concurran de inmediato el jefe del Priar a cargo de la delegación, comisario Brignolles y el propio jefe de la Unidad Regional, comisario Baroni, quienes, en línea directa con el jefe de Policía, comisario Molina y con el ministro de Seguridad, Buenaventura Duarte, enderezaron el procedimiento con una clara directiva al personal del Priar de tomar la denuncia más allá de la opinión en, sentido contrario, de quien ejerce la representación del Ministerio Publico Fiscal.
El funcionario de quien se trata es un fiscal sustituto que sigue en funciones a pesar de que el Senado de la Provincia, por unanimidad, lo excluyó de la nómina como sanción por la desafortunada intervención que le cupo en un vergonzoso hecho protagonizado en La Cruz, cuya investigación fue asumida por Casco y cuyos resultados nunca salieron a la luz. Se trató de un secuestro de vehículo y animales, con la detención de tres personas en la madrugada de un domingo, que fueron sorprendidos in fraganti por una patrulla de Prefectura nacional. Se transportaba en el interior de la caja de una camioneta cuatro vacunos.
A pesar de la contrariedad de las autoridades policiales, el Fiscal, sin llegar nunca al lugar de los hechos, ordenó a las pocas horas, con alegre liviandad, la libertad; y nunca más se supo de lo actuado. Ahora, nuevamente, Casco, sin llegar al lugar, pretendió impedir que le tomen la denuncia a un productor, originando un nuevo revuelo por las redes y las radios locales, que saludaron la decisión de la cúpula policial de respaldar el accionar del Priar.
HAY COSAS QUE NO SE HACEN. El fiscal sustituto, Mauro Casco volvió a quedar en la mira. Puso en situación difícil a un oficial de policía, al ordenarle que no le reciba una denuncia a un productor. El hecho tuvo una enorme repercusión en las redes y en los medios y fue zanjado por la intervención directa del Jefe de Policía y del Ministro de Seguridad, que aplicaron las jinetas para salvaguardar el derecho de un ciudadano al que no se le quería tomar la denuncia. «Prácticamente me quisieron echar de las dependencias policiales», dijo Batalla en una entrevista.
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