Alberto, fortalecido después del cónclave de calle Mateu, no parece dispuesto a sumarse al operativo clamor en favor de Cristina. La idea, negociar espacios en la próxima oferta electoral. Victoria Tolosa Paz aparece como figura expectable del albertismo en alguna fórmula de unidad. A la vez, la ex Presidente analiza entre «Coqui», Kicillof y «Wado». Los dos últimos, también se prueban el traje de Gobernador bonaerense. En JxC, Macri ralentiza las estrategias con su indefinición. «Pato» Bullrich y Rodríguez Larreta, agazapados. La irrupción de Milei favoreció a un escenario de ballotage asegurado. En este marco de confusión, declaraciones de Agustín Rossi y de Aníbal Fernández -en las últimas horas- se sumaron a la comedia de enredos que hoy muestra un justicialismo que no acierta a definir un rumbo.
02-TAPA-POLITICA-2Falta mucho y falta poco para la elección más esperada en 40 años de democracia. El nuevo gobierno se encontrará con una realidad económica complicada, sin mayorías propias en el Parlamento y con una Corte Suprema que ha logrado posicionarse como un punto de referencia en la vida nacional.
Está claro que quién gane tendrá el gobierno, pero no el poder, y deberá buscar permanentes consensos para sacar el país adelante.
En este marco, los dos principales frentes aparecen casi anarquizados, sin liderazgos excluyentes, mostrando más interrogantes que certezas. La indefinición en los respectivos espacios se proyecta de plano al frente oponente. Nadie sabe quién será el adversario a vencer. Un escenario inédito a pocos meses de una elección clave para el futuro del país.
Alberto recuperó energía, identidad e iniciativa en las últimas semanas. Por momentos logró desconcertar a propios y extraños. Y logró que todos terminen convalidando las Primarias, con lo cual genera un escenario absolutamente distinto.
Más allá de la debilidad con que ha llegado a esta instancia, no quedan dudas de que el frente gobernante, cualquiera sea a la postre el candidato, necesita de la apoyatura de quien tiene la birome.
Cristina, por su parte, es ya consciente de que la preservación de su vida política depende de no resignar espacios. Actuó en estado de emoción violenta al dar un paso al costado luego de la condena. Ahora, evalúa un cambio de posición y hasta podría enfrentar en las Paso a Alberto, aunque lo más probable es que juegue todas sus fichas en la provincia de Buenos Aires, donde todos la quieren en la boleta. Aún los que no comulgan mucho con ella reconocen que ayuda a los intendentes a defender sus comarcas.
Lo de Macri, no hay dudas, de que quiere ser candidato. Aunque sabe que no la tendrá fácil. Todo lo que hasta ahora hizo indica que, si encuentra un resquicio, jugará fuerte. El peronismo tiene prendidas unas velas para que así sea, salvo María Eugenia Vidal, que anticipó que bajaría su candidatura si el candidato fuera Macri, pero, tanto Larreta como Bullrich aseguran que darán pelea.
Lo que está claro es que la indefinición del ex Presidente perjudica a Juntos por el Cambio en distintas provincias. La falta de definiciones acentúa las pujas internas en beneficio del peronismo que, no es un secreto, se ha replegado sobre sus territorios para mantener las gobernaciones, aún a riesgo de desentenderse de una elección nacional donde no ven una estrategia unificada, coherente ni racional.
Si finalmente Alberto diera un paso al costado, en el PJ quedarían tres en carrera. «Coqui» Capitanich, «Wado» de Pedro y Kicillof. Estos dos últimos tienen el traje de Gobernador o Presidente, a la espera de que Cristina baje línea para ordenar el espacio. En ambos casos, sea la gobernación o la presidencia, no habría que descartar la ascendente figura de Victoria Tolosa Paz como potencial número dos. Tras de ella, aparte del Presidente, su esposo «Pepe» Albistur, quien tras bambalinas mueve los hilos con la profesionalidad propia de su dilatada trayectoria. En las últimas horas, su nombre sonó para cubrir la vacante de Agustín Rossi en la ex Side, pero finalmente el nombre ungido fue otro. Aunque no faltan quienes creen que la postergación de Albistur se debe a desafíos mayores por delante.
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