El más alto Tribunal del país sacudió la escena electoral nacional. Lo hizo al suspender las elecciones de San Juan y de Tucumán, que estaban previstas para este domingo 14.
O sea, a cinco días del acto eleccionario, provocó un cimbronazo que dejó tambaleando al Gobierno central y ni qué hablar a los gobernadores de los distritos «frenados», Sergio Uñac y Juan Manzur.
Por otro lado, el Papa hizo lo suyo al reconocer -en una charla con jesuitas en Hungría- que le quisieron «cortar la cabeza», haciendo mención a la gestión que tuvo a Cristina Kirchner como presidente durante 2010 (ver nota aparte). Relató su experiencia, cuando era Bergoglio, cardenal y arzobispo de Buenos Aires, y fue citado a declarar por el secuestro de los jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics, producido durante la dictadura.
«Algunos en el gobierno querían cortarme la cabeza, y sacaron a relucir este asunto», remarcó Francisco en una muestra clara del manejo de los tiempos del que sabe hacer gala el Vaticano. Sí, 13 años después recordó una «anécdota» que impactó de lleno en el kirchnerismo. Justo en tiempos en los que este espectro ultra de la política local viene sintiendo las estocadas de otra institución que maneja los hilos del poder real como pocos, justamente, de manera similar a la nave todopoderosa que representa la Iglesia Católica.
CAUTELARES
Los supremos de la Argentina se declararon competentes para tratar las cautelares que habían alegado la inconstitucionalidad del cuarto mandato consecutivo de Sergio Uñac -uno como vicegobernador y dos como gobernador, presentándose por otro cargo más- y la quinta presentación consecutiva de Juan Manzur -dos cumplidos como vicegobernador, otros dos de gobernador y un tentativo mandato más como vice de Osvaldo Jaldo-.
Los dos fallos llevan las firmas de los ministros Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Carlos Rosenkrantz. Ricardo Lorenzetti no votó en ninguno de los casos al encontrarse de viaje.
El Presidente de la Corte Suprema remarcó ayer en la cumbre de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina -de manera cuasi premonitoria- que el máximo Tribunal no está en la función pública «para hacer nuevas amistades si no para cumplir con la Constitución».
CAUSAS SEPARADAS,
MISMAS MEDIDAS
Los integrantes de la mesa decagonal del cuarto piso del Palacio de Tribunales resolvieron cautelares separadas con las mismas medidas.
Definieron la suspensión de la convocatoria a elección de gobernador y vicegobernador de Tucumán y San Juan de este domingo. Al igual que el pasaje al ámbito Federal de los casos y la facultad para determinar sobre estos, dado que las características «corresponden una competencia originaria del Tribunal».
Remarcaron que ambas provincias deberán redactar un informe conforme al artículo 8° de la Ley 16.986, que deberá ser presentado en el plazo de 5 días.
Caso tucumano
En el caso de Tucumán, la Corte dispuso que la Gobernación debe presentar un informe en un plazo máximo a 5 días y e hizo «lugar a la medida cautelar solicitada por el candidato a vicegobernador de Juntos por el Cambio, Germán Alfaro ante la Junta Electoral Provincial, declarando la inconstitucionalidad de la presentación de Manzur como vicegobernador.
El actual Gobernador asumió en 2015 y terminará en octubre su segundo mandato, que fue interrumpido por un año y medio para asumir como Jefe de Gabinete. A su vez, acompañó a José Alperovich como vice durante los períodos 2007-2011 y 2011-2015.
Según fundamenta, el artículo 90 de Tucumán enfatiza que un mandatario no puede presentarse a un tercer mandato, siendo gobernador o vicegobernador, por lo que «la pretensión de Juan Manzur resulta violatoria».
Caso sanjuanino
Al unísono de lo acontecido en Tucumán, la presentación de Sergio Uñac para su tercer mandato consecutivo a la Gobernación -y cuarto en el Ejecutivo, dado que fue ungido como vice de José Luis Gioja en 2011- estuvo atada a controversias debido a la interpretación de la Carta Magna de esa Provincia, que dispone el límite a dos elecciones.
El candidato a gobernador de Evolución Liberal, Sergio Vallejos promovió una acción judicial bajo la premisa de que el artículo 175 de la Constitución provincial inhabilita a Uñac a ser gobernador nuevamente.
«Algunos querían cortarme la cabeza»
El Papa aprovechó una conversación con jesuitas de Hungría para lanzar una anécdota que desde allí se dirigió al corazón del kirchnerismo. Lo hizo al contar por primera vez una experiencia difícil que le tocó vivir en 2010, cuando era Bergoglio, cuando oficiaba de cardenal y arzobispo de Buenos Aires, durante la primera presidencia de Cristina Kirchner.
Recordó que fue citado a declarar por el secuestro de los jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics, producido durante la dictadura. «Algunos en el gobierno querían cortarme la cabeza, y sacaron a relucir no tanto este asunto de Jalics, sino que pusieron en duda todo mi modo de actuar durante la dictadura. Entonces, me llamaron a juicio», recordó frente a la pregunta de jesuitas de Hungría sobre su relación con Jalics -de origen húngaro- y su reacción ante el secuestro del cual fue víctima.
«Me dieron la posibilidad de elegir el lugar en el cual realizar el interrogatorio. Elegí hacerlo en el Episcopado. Duró 4 horas y 10 minutos. Uno de los jueces insistía mucho en mi modo de comportarme. Yo siempre respondí con la verdad. Pero, para mí, la única pregunta seria y bien fundada fue la del abogado que pertenecía al Partido Comunista. Y gracias a esa pregunta las cosas se aclararon. Al final, se comprobó mi inocencia. Pero en ese juicio no se habló casi nada de Jalics, sino de otros casos de personas que habían pedido ayuda», desarrolló.
La audiencia a la que aludió Francisco se realizó el 8 de noviembre de 2010. Los jueces del Tribunal Oral Federal 5 Daniel Obligado, Germán Castelli y Ricardo Farías citaron al Pontífice en calidad de testigo en el marco de una causa que investigaba crímenes de lesa humanidad cometidos en la Esma.
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