Hacia finales del siglo XIX, se presentó el Ferrocarril Económico en Santa Ana. La obra comenzó el 24 de julio de 1.887 siguiendo el antiguo camino «Real de Lomas», pero tuvo su inauguración recién el 23 de septiembre de 1892, y su último viaje se dio el 30 de octubre de 1.969.
Ante la sociedad fue presentado como un nuevo medio de servicio, y el ferrocarril se construyó gracias a capitales privados.
Su primer tramo quedo habilitado en 1.892 a instancia del empresario azucarero Francisco Bolla, que necesitaba construir una vía de comunicación entre Santa Ana y la ciudad de Corrientes.
Según historiadores, el señor azucarero necesitó que su Ingenio tuviera una conexión directa y barata con la Capital, de ese modo obtuvo un permiso de la Provincia para la construcción de un ramal desde San Luis a Corrientes.
El tren a elegir fue una locomotora de sesenta centímetros de trocha, más tarde bautizado como “El Económico”, y alcanzaba una velocidad promedio de siete kilómetros por hora. Y no solo eso, para poder viajar en primera clase tenía un costo de 12 pesos, con capacidad para 18 pasajeros con asientos acolchonados. Para los coches de segunda valía 8 pesos, y se amontonaban paquetes, sandías, correspondencia, animales y pasajeros dormidos.
Cabe recordar que, se lo denominaba “económico” debido a que su recorrido les dio un desarrollo productivo a los pueblos del interior.
De esta manera, para 1.911, el itinerario incluyó las localidades de Santa Ana, San Cosme, San Luis del Palmar, Herlitzka, Cerrudo Cué, Lomas de Vallejos, Puisoyé, Manantiales, Paso Florentín, Caá Catí y Mburucuyá.
INFLUENCIA EN ESCRITORES
Por otra parte, grandes escritores nacionales escribieron sobre la máquina correntina. Roberto Arlt en su artículo “El expreso de Shanghai correntino” (1.931), lo describió que “vi una locomotora pequeña y ventruda, con bielas minúsculas y ruedas del diámetro de un plato de cocina y vagones que no eran más anchos que un automóvil”.
Asimismo, Rodolfo Walsh en su artículo de “El expreso de la siesta” (1.966) lo refirió que “el 9 de febrero de 1.966 la locomotora 682 del ramal 060, Ferrocarril Urquiza, salió a las 9 de la mañana de la capital correntina arrastrando seis vagones de pasajeros y cuatro de carga y correspondencia. Su destino era Mburucuyá, a 178 kilómetros de distancia. Llegó el día siguiente a las 10:47 de la mañana, empleando veinticinco horas cuarenta y siete minutos, con un promedio algo inferior a siete kilómetros la hora. No es un caso excepcional, sino apenas reciente, en la historia del tren más chico, más lento, más exasperante y más divertido del mundo”.
SU PASO AL ESTADO Y CRÓNICA ANUNCIADA
La empresa de Bolla lamentablemente quebró y la Provincia buscó darle continuidad a la construcción de durmientes y rieles desde el norte hacía el mediterráneo correntino. Y de esta manera, se le otorgó la concesión al emprendimiento de Dodero, pero con el correr de los años también fracasó, y en 1.927 vuelve a manos de la Provincia.
Con la nacionalización del ferrocarril en 1.948, el “Económico” y su más de 200 kilómetros de vías pasó a manos del Ferrocarril General Urquiza.
El Ingenio Correntino se declaró en quiebra en 1.968, y significó la despedida para el Tren Económico. Ya que el 1° de noviembre de 1.969 realizó su último viaje.
Además, con el gobierno de facto de Onganía se decidió el cerramiento de muchos ramales y las locomotoras que daban pérdida. Fue el preludio de lo acontecido en 1.989 bajo el gobierno democrático de Menem que profundizó el levantamiento de líneas férreas. Los vagones de carga se oxidaron en los andenes o se vendieron como chatarras.
FUENTE: PÁGINA 12/MUNICIPALIDAD DE SANTA ANA