Los correntinos celebran mañana el día de la Santísima Cruz de los Milagros, una conmemoración que se origina con la fundación misma de la ciudad a partir de un suceso que encierra mucha historia y también mitos.
En diálogo con EL LIBERTADOR, Francisco Quintana, ministro de la eucaristía de la parroquia de la Cruz de los Milagros compartió un poco de los antecedentes icónicos, al tiempo que lamentó que hace dos años a causa de la pandemia por coronavirus, se haya suspendido la tradicional y multitudinaria procesión.
«La cruz la hacen los españoles para demarcar el límite de la ciudad que se funda en la plaza 25 de Mayo. El adelantado Juan Torres de Vera y Aragón plantó la cruz para decir que hasta allí llegaba la ciudad. A partir de ello, se cuenta que los indígenas se sintieron invadidos entonces empezaron a pensar cómo eliminar a los invasores. Ellos veían que los españoles todas las mañanas se arrodillaban frente a esta cosa rara que había y entonces decían que debía ser como un talismán porque no los podían vencer», describió.
A lo que continuó: «Entonces le metieron leñas hasta casi la altura de los brazos de la cruz, le quemaron todo y no pasaba nada con el madero. Dicen que hasta dos veces intentaron quemarla, y no lo lograron».
«Dentro del mito, se cuenta que uno de los caciques quiere avivar más el fuego con una antorcha y ahí es cuando se supone que cayó el rayo, otros dicen que fue un tiro de arcabuz que lo mató, y los indios interpretaron que eso fue divino. Esa es la duda que hasta hoy permanece», narró, a lo que añadió: «El cacique que intentó avivar el fuego y murió en el intento es Canindeyú, que quedó para la historia y que incluso en la actualidad una de las calles de la ciudad lleva su nombre», reveló.
MADERO
En el templo, ubicado por Belgrano entre Salta y Buenos Aires, permanece la cruz original de urunday, de casi tres metros de longitud.
«Hay que desterrar un mito a partir del cual se cree que la que está en el altar mayor no es la cruz original, sino que se encuentra en un cofre. En eso hay un poco es verdadero y falso: en el siglo pasado la comunidad española donó un cofre de hierro y cristal de forma y tamaño de la cruz, pero ese cofre lo rompieron los mismos feligreses y entonces desde ese día la cruz quedó al descubierto y es la original», señaló Francisco.
Hay que pensar -dijo- que el madero tiene casi 500 años, porque fue realizada hace 433 años, pero por la altura se cree que se obtuvo de un árbol de más de 100 años.
«La cruz está en perfectas condiciones. Hace unos años, cuando se restauró la Iglesia, se hizo un análisis de la cruz y le pusieron un insecticida y algo para mantener la madera», admitió.
Finalizó reflexionando: «Todos somos la cruz, esa es nuestra devoción».
Las luminarias hoy anticiparán la celebración
«La Cruz estuvo casi 200 años en la ermita de la Arazaty (hoy bajada del Puente General Belgrano), y en su origen se hacían peregrinaciones hasta allí. Se cuenta que desde la iglesia matriz salían las imágenes de la virgen de la Merced y de Nuestra Señora del Rosario. Desde la plaza 25 de Mayo hasta la ermita había una calle y como en ese entonces en la colonia no había luz, los vecinos estaban encargados de iluminar el camino de la peregrinación con fogatas, con velas, con candiles», explicó.
A lo que siguió: «En recuerdo de nuestros antepasados, cada 2 de mayo se encienden las luminarias para anticipar la celebración y es una de las tradiciones que perduran en los correntinos».
Según la historia, La Cruz del Milagro fue venerada en la Arazaty hasta 1730, año de su traslado al Solar actual.
El Arzobispo presidirá la misa central
Mañana, fiesta solemne del Milagro de la Cruz, habrá misas a las 7, a las 8.30, a las 10, y a las 11.30. Por la tarde, a partir de las 15.30 se vivirá la procesión virtual; y a las 17, Santa misa solemne, que presidirá monseñor Andrés Stanovnik.
A las 20, se realizará la Clausura del Mes de Corrientes, en el Anfiteatro Cocomarola, a cargo de Cultura de la Municipalidad de Corrientes.