Lejos del fervor militante de tiempos pasados, la alianza opositora hizo un acto en el que el justicialismo pareció el «gran ausente». Hablaron Marlen Gauna, Víctor Giraud y Celeste Ascua, del justicialismo, así como Gustavo Canteros, de Nuevo País y César Lezcano, del Frente Renovador. El grueso de la concurrencia perteneció a los movimientos sociales, a quienes pasaron lista «planillas en mano». Se destacaron por desplegar amplias banderas y elementos de percusión. Sólo estuvo un Intendente, el de Paso de los Libres. Ningún legislador nacional, y algunos de los provinciales. La dirigencia barrial, conocida y reconocida, no acudió a la convocatoria, como tampoco los dirigentes más notorios de Capital e Interior. Una señal que marca el divorcio entre el armado de la lista y la realidad de un peronismo que busca su destino en medio de las contradicciones que arrojó un cierre traumático que dejó secuelas. Anoche, el Frente de Todos parecía un barco «sin capitán ni timonel».
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