«La verdad que un poco más distanciado del núcleo de la actividad cotidiana, no del deporte, porque sigo vinculado, desde otro lado. Pero en Santa Ana se vive muy tranquilo, después de tanta vorágine que viví por tantos años, ahora tengo esa paz que buscaba encontrarla y hoy en Corrientes me desempeño como Presidente de la Federación Correntina de Taekwondo y mi hermano Mauro, cumpliendo el rol de técnico deportivo», comentaba Sebastián Crismanich, ese chico que en julio de 2012, nos hacía emocionar cuando lograba el oro olímpico en Londres.
Después de una carrera exitosa, a nivel nacional e internacional, bajó unos cambios y vive en Santa Ana con su familia, visitó EL LIBERTADOR, para contarnos sobre su nuevo rol como dirigente, tanto en Corrientes como en el país, buscando volcar toda su experiencia para ayudar a potenciar desde las bases a los deportistas correntinos y argentinos.
Luego de su campaña en Londres recibió la oferta del Centro de Alto Rendimiento de Taekwondo que se montó en la ciudad de Corrientes y allí trabaja junto a su hermano Mauro, otro taekwondista destacado a nivel nacional e internacional. «Estamos con Mauro, a cargo del Centro de Alto Rendimiento, que está en el Parque Hipodromo, donde no sólo está el alto y mediano rendimiento, sino que también tenemos la Escuela. Ahí también hay Escuela de Karate, Sipalki, Kick Boxing, Levantamiento Olímpico y con las inversiones que venimos haciendo desde la Fundación que hemos armado con mi hermano, podamos dar mayores herramientas a otros chicos para que el día de mañana puedan representarnos a los correntinos y representar al país, que es nuestro sueño, ojalá haya otros Crismanich».
«No cerramos la puerta sólo a nuestro deporte, porque si tenemos la posibilidad de brindarles herramientas a deportistas de otros deportes, tratamos de dar una mano para que otros chicos se desarrollen», aclaró Sebastián, buscando potenciar al deporte en general.
«En el Centro de Taekwondo, Mauro es el encargado de los entrenamientos, junto a otros profes, que están dando las clases, yo estoy más como supervisor y más en el rol de dirigente. Si bien siempre voy y meto mi cuchara, porque es lo que a uno lo apasiona, pero trato de tener un mix. No ser el típico dirigente de saco y corbata. Pero estoy metido en el campo, que ayude a los otros chicos a ser más tangibles sus sueños. Ellos ven que están entrenando con un referente olímpico, se preparan, tienen disciplina, constancia para poder llegar, esa es la idea. No lo hago por mí, sino para que tengan una referencia y puedan seguir ese camino», agregó el menor de los hermanos Crismanich.
Con toda su experiencia, de comenzar a trabajar casi sin nada, sin apoyo y luego ir creciendo hasta la gloria, sumó un bagaje de experiencias que sirve para volcarla para que los chicos de hoy tengan una mejor estructura para trabajar. «Sin dudas, en un deporte tan amateur, y a nosotros nos costó saliendo desde el interior. Nos costó muchísimo. Sobre todo, en sistemas tan centralizados como el que tenemos en nuestro país. El deporte no deja de ser una excepción y combatir con los competidores, dirigentes y entrenadores de Buenos Aires o las grandes ciudades, donde tienen toda la estructura, a nosotros nos ha costado mucho. Más allá de ganarnos los lugares en las competencias, tanto a mí como a mi hermano, ir a todos los nacionales, ganarlos. Siempre había una preferencia por la gente que estaba en esos centros deportivos. Por eso el esfuerzo siempre fue muchísimo mayor al resto, nos vino bien porque nos potenció al máximo todo el tiempo. Tratar de asimilar y aprovechar todas las herramientas. Quizás pocas en ese momento, pero aprovechamos todo lo que teníamos a nuestro alcance. Entonces sabiendo por todo lo que hemos pasado, hoy ponemos sobre la mesa herramientas, para que los chicos se preparen de la mejor manera y que ese puente no sea tan largo, para llegar a una selección argentina.
EXPANSIÓN
A nivel provincial, Sebastián está a cargo del desarrollo del taekwondo en la provincia y nos decía: «Corrientes no ha sido la excepción de cómo ha crecido el deporte en los últimos años, también estoy en la Comisión de la Confederación Argentina de Taekwondo y en el Comité Olímpico Argentina en la Comisión de Atletas. Cada una de las entidades, demanda diferentes actividades, pero sobre todo yo me enfoco más en el desarrollo. Me gusta desarrollar los atletas desde la iniciación deportiva, apoyar a aquellos entrenadores para que comiencen a ampliar el semillero para tener una mayor calidad de competidores y mayor calidad de personas. Porque no dejamos de lado que nuestra intención con el deporte y con el taekwondo, es que pasen los chicos por una etapa de su vida, y que esa etapa sea muy larga, que nuestro deporte los nutra de valor, ayude a su vida personal y profesional que van a llevar más adelante.
MOVIMIENTO
OLÍMPICO
Ya se respira olimpismo en el mes de julio. Y a pesar de las dudas sobre Tokio, los Juegos Olímpicos están a la vuelta de la esquina. Consultado Crismanich sobre su rol en la Comisión de Atletas del Comité Olímpico Argentino, sostuvo que en su nuevo rol dirigencial, en la previa a los Juegos Olímpicos, como en todo el proceso de cada juego, durante cuatro años, hay mucho trabajo.
«La verdad que estos Juegos Olímpicos son un poco atípicos, han creado mucha incertidumbre, no se sabía qué hacer. Desde el Comité Olímpico Internacional o el Comité Organizador de Japón, no había un mensaje claro de que se hacen o no los Juegos, había un conflicto de muchas entidades que llegaron a un acuerdo, para que se hagan. No va a haber la posibilidad de pagar un ticket para ver el espectáculo, nos vamos a tener que quedar en casa y disfrutar de los Juegos a la distancia. Pero yo creo que no se frustran y no se truncan el esfuerzo y sueños de muchos atletas que hicieron un esfuerzo para llegar a Tokio. De toda una vida, para clasificar y estar en esa cita. Que no se hagan hubiera sido muy frustrante, una verdadera pena».
«En Corrientes hay potencial humano para alcanzar los juegos, hay que trabajar con una política de alto rendimiento de largo plazo, desde las bases», concluyó enfáticamente.