Desde el domingo 15 de agosto hasta el domingo 10 de octubre, cualquier domingo puede ser el elegido para votar los cargos provinciales. La discrecionalidad con que cuenta el Gobierno no es sino muestra de la baja calidad institucional de la Provincia, y trasunta la propia debilidad del poder nacional para ordenar cuestiones centrales que hacen a la transparencia del acto electoral.
03-POLITICA-12En el orden nacional y en otras provincias la fecha de elecciones no queda librado al arbitrio de los poderes ejecutivos. Todos los partidos saben a qué atenerse y actúan en consecuencia en un marco de saludable previsibilidad que en Corrientes no existe.
Un déficit de la Provincia, pero también del Gobierno federal que no ha mostrado la fuerza suficiente para marcar pautas y criterios definidos que hagan a la institucionalidad como a la competitividad de su propio partido en territorio correntino.
EL CASO
CORRIENTES
En la Provincia, en su momento desde la oposición se impulsó un proyecto de ley que fue aprobado como lo fue el de autarquía del Poder Judicial y del Legislativo, que a la postre nunca tuvieron aplicación.
En el caso de la fecha de elecciones, se fijó el primer domingo de octubre. Esa ley nunca fue modificada ni derogada. El poder de turno, en su momento, logró un curioso fallo del Superior Tribunal, por entonces plenamente sumiso, que estableció una jurisprudencia sorprendente en el mundo del Derecho, pero no en Corrientes donde muchas veces la Constitución y las leyes fueron puntos lejanos, perdidos en el espacio como fuente de aplicación del Derecho.
El Superior Tribunal falló estableciendo que la ley que daba previsibilidad a las fechas electorales «había caído en desuetudo» al ser ignorada en su aplicación. Como en otras situaciones, la cuestión se agotó en los tribunales locales sin llegar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, donde habitualmente no es fácil entrar por cuanto se consideran estos casos como ajenos a la instancia excepcionalísima del recurso extraordinario federal.
OTRAS
SITUACIONES
La baja calidad institucional de la Provincia no se refleja sólo en el acertijo de las fechas electorales. También en su sistema que, en consonancia con la debilidad del poder central, determina que, de hecho, rija por ese mismo principio del Superior que habla de las costumbres. Una cuasi ley de lemas que permite que en cada elección haya un festival de boletas en los cuartos oscuros que conlleva una pelea por sumar sellos para disponer de las ofertas electorales sobre las mesas de votación. Un sistema como el que se aplica sólo podría tener validez si tuviera una cobertura legal que no la tiene, sin que el Gobierno nacional tampoco tenga el poder o la decisión de actuar de manera rectificatoria.
Esta baja calidad institucional de la que dan muestra tanto las fechas electorales como el anárquico sistema adoptado, sin cobertura legal, no es con todo lo único. Corrientes sigue en tener ley de paridad de género ni voto joven. Una conquista que no ha llegado aún a la «República de Corrientes», como tampoco han llegado las Primarias provinciales, que permitirían como en el orden nacional y de muchas provincias un sistema de selección de candidatos que le quite a las cúpulas partidarias el monopolio de las candidaturas.
Cada dos años se repite lo mismo, con la consecuente baja de la calidad del nivel y representación de los electos, quedando sometida su nominación a unicatos como en la UCR o al «dedo», sabe Dios de quién en el peronismo.
¿El 3 o 10 de octubre?
Ricardo confirmará hoy, en La Otra Campana, a las 11.30 que la fecha se iría para después de las Primarias, posiblemente el domingo 3 o 10 de octubre. Hay que considerar que es el Presidente del partido más importante de la alianza gobernante viene de dialogar a solas con el candidato a la reelección -Gustavo Valdés- al promediar la semana en Casa de Gobierno, en un cónclave del que surgió la foto más esperada por los radicales correntinos. Con todo el juego, no resulta fácil creer los anuncios de un viejo lobo de mar como es el mercedeño, que bien puede cantar por un lado y, como el tero, poner los huevos en otro. Si ello fuera así, no habría que descartar que se apele al factor sorpresa, sirviendo el anuncio como una cortina de humo para sorprender a un PJ que no logra generar un esquema de conducción que baje hacia el resto de la Provincia y se muestre como una opción de poder al radicalismo gobernante. En este marco, el acertijo del 29 de agosto o el 10 de octubre se mantendrá abierto y la última palabra la tendrá el Gobernador, con la firma del decreto de convocatoria. Hasta casi fin de mes tiene tiempo, si optara por la primera de las variantes.
¿Y en el PJ?
En el campamento pejotista se avance para sacar a la luz, lo antes posible, al candidato a Gobernador y al menos el de Capital, así como el de Goya. Quizás hasta la fórmula completa, que podría deparar una sorpresa como en la propia ciudad de Corrientes, donde ya es un secreto a voces el pase del Vicegobernador. Goya sigue dando qué hablar. Con el correr de las horas cobra cuerpo la candidatura del «Profe» Bassi, aunque hay dificultad para llegar a una oferta que englobe a todos los sectores, sin perjuicio de que el mayor escollo pase por la posibilidad de que se reedite lo que está pasando en Santo Tomé, donde una jueza local avanzó, con notoria inconsistencia, contra el Jefe comunal, con la particularidad singularísima de que no fue por instancias del Ministerio Público Fiscal. Una estocada que alcanza de lleno al flamante Interventor pejotista, llamado a tomar cartas en el asunto.
Un anticipo de
EL LIBERTADOR
Hace unas semanas, cuando se avanzó en la modificación de la ley de las Primarias a escala nacional, este medio instaló la posibilidad de que la elección local pasara del 29 de agosto para después, bastante después de las Paso.
Es una posibilidad que se viene barajando puertas adentro de la UCR, con dos argumentos que se consideran. Por un lado, que el mayor tiempo que se dé a la oposición, más que contribuir a ordenar las ofertas electorales podría tener el efecto inverso, acentuando contradicciones en la conformación de la grilla, tanto provincial como de los 74 pueblos. Se duda en este aspecto de la capacidad, dedicación y autoridad que pueda tener el flamante Interventor para poner orden en un partido que, sin elecciones internas en los últimos años, tiene rota la cadena de mandos, sin que los interlocutores institucionales se compadezcan con la realidad.
Por otro lado, y en esto también habría un pedido de las autoridades nacionales de Juntos por el Cambio, la conveniencia de que las elecciones provinciales estén lo más cerca del 14 de noviembre, descontando según el análisis de ellos, un triunfo que le daría impulso a la oposición en el país todo.
Este último aspecto, también interesa a Gustavo Valdés que -subido en una onda triunfalista- apuntaría a capitalizar un eventual triunfo en su proyección nacional, tanto en la marquesina pobre de la UCR como en Juntos por el Cambio, así como en el escenario de la política grande del país que perfora la indiferencia de los grandes medios nacionales.
La tapa de los diarios de todo el país del lunes 11 de octubre, si el 10 fuera la fecha, es algo que entusiasma. Entusiasma a la oposición que espera cómoda triunfos en algunos importantes distritos en las Primarias. Y más entusiasma al poder nacional, aunque para ello la flamante Intervención debiera dar pasos muy firmes y lograr hacer una realidad el declamado y no verificado apoyo del Gobierno central, con una praxis profesionalizada y ejecutiva que, por el momento, para satisfacción del oficialismo provincial, no se visualiza, más allá de que recién comenzó a dar los primeros pasos, aunque sin pisar firme en un terreno fangoso que ya se ha tragado siete interventores en el pasado.