La vuelta de Juan Martín Del Potro a las canchas está cada vez más cerca. En los últimos meses, el tandilense, que jugó su último partido oficial en junio de 2019 y desde entonces se sometió a cuatro operaciones en la rodilla derecha, había dado algunos indicios de que su idea era regresar al circuito en la gira sudamericana de polvo de ladrillo, que se disputará en febrero del año próximo. Y este jueves, compartió un mensaje en sus redes sociales que alimentó aún más la ilusión de sus fanáticos.
«Sigo entrenando con todo, tengo días mejores que otros, pero siempre con la esperanza de regresar a la cancha a principios del año que viene. Sería muy especial volver en Buenos Aires y luego también jugar en Río. Trabajo con la ilusión y el esfuerzo, como ustedes saben, para que podamos vernos acá. En las próximas semanas les iré contando como evoluciono. ¡¡¡Saludos a todos!!!», escribió el tandilense, de 33 años, junto a una foto en la que se lo ve sonriente.
Del Potro, que debido a su larga inactividad cayó al escalón 755° del ranking mundial, abrió así la puerta para volver a jugar en las citas porteña (del 7 al 13 de febrero) y carioca (la semana siguiente). Ambos certámenes se hicieron eco de sus palabras y celebraron las intenciones del tandilense. En las últimas horas, además, circuló en internet una versión que hablaba también de una posible participación en el torneo de Santiago de Chile (de 31 de enero al 6 de febrero), que le habría acercado una oferta. Y hasta Córdoba (que abrirá la gira desde el 31 de enero) se mostró muy interesado en recibirlo. Pero hay que aclarar que, como el mismo jugador dejó entrever, por ahora no hay nada confirmado.
Más allá de las ganas que tiene el ex número tres del mundo y de lo mucho que evolucionó en la recuperación de la última cirugía (a la que se sometió en marzo en Chicago), todo dependerá de cómo le responda la rodilla durante la pretemporada. Aunque está recuperado de la lesión, los dolores siguen. Aunque las señales, igual, parecen prometedoras.
Después de varios meses sin mostrarse con una raqueta en mano -la última vez había sido en septiembre, en su visita al US Open, donde se dio el gusto de pelotear un rato con John McEnroe-, hace unas tres semanas Delpo volvió a compartir algunos momentos de un entrenamiento en sus redes sociales, la vía que utiliza habitualmente para mantener informados a sus seguidores las ideas y vueltas de su rehabilitación.
Las fotos, subidas el 24 de noviembre junto a la leyenda «Entrenamiento», lo mostraban pegándole a la pelotita en las canchas de polvo de ladrillo del Tenis Club Argentino. Desde entonces, volvió a publicar imágenes de él trabajando en el gimnasio y en esos courts del barrio de Palermo. En la última semana, se lo vio también en una sesión de entrenamiento junto a Sebastián Báez, una de las joyas de la nueva generación y con quien tiene una gran relación. Y el miércoles, ensayó con su potente derecha y su revés bajo la atenta mirada de Guillermo Coria, el nuevo capitán argentino de Copa Davis, con quien tuvo una reunión y compartió una cena junto a otros jugadores.
Esos entrenamientos en canchas lentas le dieron fuerza a una idea que él mismo había dejado flotando en el aire en su paso por Nueva York, durante el último Grand Slam del 2021.
«No sé si me conviene volver en un torneo a cinco sets. Hay alternativas que tocan el lado emocional y voy a ir por ahí. En Argentina, donde hay un torneo a principios de año, nunca jugué si no era por Copa Davis», comentó en ese momento.
Con esas palabras, Delpo dejó clara cuál era su intención para el regreso a las canchas. Quería volver en los torneos de polvo de ladrillo, una superficie que sería más benévola que el cemento con su maltrecha rodilla, en la que sufrió la primera fractura de rótula en octubre de 2018 en Shanghai; se volvió a quebrar en junio de 2019 en Queen’s (en el duelo de primera ronda ante Denis Shapovalov); y que lo obligó a probar con varios tratamientos no invasivos y a pasar cuatro veces por el quirófano en los últimos dos años y medio (junio de 2019 en Barcelona, enero de 2020 en Miami, agosto de 2020 en Berna y marzo de 2021 en Chicago).
Ocho meses pasaron desde esa última operación, «La definitiva», como él la llamó. Atrás quedó ya la desilusión por haberse perdido los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el evento al que apuntaba con todo cuando decidió someterse esa cirugía. Hoy, Del Potro mira hacia adelante con mucha ilusión y espera llegar al cien por ciento a la gira sudamericana que marcaría su vuelta.
Si la rodilla le responde bien en lo que queda de pretemporada, su presencia en Buenos Aires está casi asegurada. Desde el entorno del ATP porteño aseguran que el campeón del US Open 2009 quiere jugar el torneo y ellos quieren que lo juegue. Y hubo una señal que confirmó el acercamiento de las dos partes: Globant, uno de los principales sponsors del tandilense, se transformó en un patrocinador oficial del certamen.
Con Río también tiene una conexión especial. Ese evento -por su categoría de ATP 500, el más importante de la gira- es propiedad de la compañía IMG, que hoy representa al argentino. Y Delpo tiene además una buena relación con su director Luiz Procopio Carvalho, quien se encargó en algún momento de manejar la prensa del jugador.
Más allá del interés de los certámenes de Córdoba y Santiago de Chile, parece que la intención de la Torre de Tandil es presentarse en las citas de la capital argentina (donde jugó una sola vez en 2006, cuando daba sus primeros pasos en el circuito) y de Río (donde debutaría).
Ahora habrá que ver cómo sigue la recuperación y cómo siente la rodilla en las próximas semanas. Todo depende de eso. Aunque cada día que pasa, Delpo parece más cerca de regresar a las canchas y hoy apunta con todo a las de polvo de ladrillo del Buenos Aires Lawn Tennis. En menos de dos meses, quizás, pueda cumplir su sueño de volver a jugar. Al menos, esa es su esperanza y la de todos sus fanáticos.
Fuente: Clarín