Ante la desaprensión de muchos, lo cierto es que el cambio climático comenzó y cada vez con más evidencia son sus efectos destructivos en el planeta, y no a miles de kilómetros de Corrientes, sino en la provincia misma, de allí que sus autoridades provinciales y municipales no quieren distraerse y avanzan en actividades que involucre a todos en la concientización, tanto como los daños que padecerán todos los seres humanos, sin distinción alguna, ya que con la crisis del agua dulce hasta catástrofes naturales nadie la tendrá fácil.
Es el caso inmediato del río Corriente, casi seco en parte de su curso, hecho que como informó EL LIBERTADOR el viernes, ya puso en jaque la convivencia entre productores y demás pobladores de las zonas afectadas, de entre quienes no pocos lo disfrutan en el verano como lugar de esparcimiento. Hoy, sólo un cauce de arena con algunos surcos de agua, como registraron las imágenes.
Más allá de casos puntuales de las arroceras en cuestión que no cumplirían con las normas establecidas por el Instituto Correntino del Agua y del Ambiente (Icaa), el sector arrocero en general maneja un pronóstico adverso, al que no escapan los demás rubros productivos por la misma sequía que ya lleva unos tres años y se extendería, dicen los especialistas, hasta después del primer trimestre del próximo año. El fenómeno de La Niña -esta vez en episodio triple- se resiste a dar paso a El Niño, el de las lluvias.
INGRESA UN PERÍODO
MUY PREOCUPANTE
La Asociación Correntina de Plantadores de Arroz dio a conocer precisamente en la semana que pasó la crítica situación del sector debido al déficit hídrico, en particular en la zona del río Corriente. En la provincia, mientras en la campaña pasada se registraron entre 98.000 y 100.000 hectáreas, para este año se plantaron solamente 65.000 hectáreas de arrozales.
No olvidar las repercusiones que conlleva después en la economía, desde ingresos a las arcas oficiales como en el bolsillo de los consumidores y, por supuesto, de los propios productores.
«Estamos tramitando una asistencia del Estado hace un tiempo, pero estamos un poco preocupados porque pareciera que el organismo de control, como el Icaa, no está respondiendo a la velocidad que nosotros necesitamos para tratar el tema», dijo el presidente de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz, Pedro Tomasella, entidad que propone «que tomen cartas en el asunto y que la situación se encauce, ya que se ha demorado en darnos alguna respuesta, al menos para que podamos salvar la situación, usando menos agua, administrándola mejor para salvar una parte y que no sea total el colapso», describió. «Estamos sujetos a lo que ocurra en el muy corto plazo con las lluvias», y subrayó que si este fin de semana no se producía una lluvia importante, «entraremos en una situación muy preocupante».
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