Desde el mes pasado, se desató una polémica luego de que se hiciera público que funcionarios de la Policía de Corrientes piden a los ciclistas los papeles de sus bicicletas cuando circulan por las calles. En la fuerza de seguridad sostienen que se trata de un procedimiento de rutina que ayuda a combatir el delito de robo de estos rodados. Sin embargo, fueron muchas las voces que se alzaron en contra de una práctica que más de uno llamó «ilegal». Y en el medio ya aparecen alternativas para evitar posibles molestias.
Fuentes de la Policía, mencionaron que, por lo general, el pedido de documentaciones, se hace cuando la bicicleta tiene las características de alguna denunciada como sustraída. «Lo que se les pide es una mínima justificación, una factura, algo que indique que el rodado es de la persona. Si no lo tiene y hay similitudes con otro, denunciado, se procede a ponerlo a resguardo en una comisaría hasta que el propitario lleve algún comprobante y lo retira», dijeron a EL LIBERTADOR.
También recordaron que se trata de una práctica preventiva que se hizo siempre. Lo dice la Ley Orgánica de la Policía de Corrientes en el Artículo 8, inciso v, del Capítulo III sobre sus Funciones y Atribuciones de Seguridad: «Inspeccionar, con finalidad preventiva, vehículos en la vía pública, exigir documentación que acredite su propiedad, ante cuya falta podrá, disponer el resguardo de los mismos hasta tanto se acredite o regularice la situación; adoptada esta medida, se comunicará a la autoridad judicial competente a sus efectos dentro de las veinticuatro horas».
Sin embargo, aún con la facultad para hacerlo, en las redes sociales estallaron los comentarios en contra de este accionar. Algunas personas hicieron referencia a que las bicicletas no son bienes registrables y, por tanto, no se les puede exigir una documentación al respecto. Pero, pese al reclamo, los dichos no pasaron de ahí.
En cuanto a los operativos en las calles, se siguieron llevando adelante. Al respecto, durante la última semana, los reportes de la Jefatura informaron el secuestro preventivo de cuatro bicicletas mediante estos trabajos. En todos los casos, el motivo fue el mismo: «Sus conductores al momento de los procedimientos, no pudieron justificar fehacientemente la propiedad y/o procedencia de los rodados».
PROPUESTA
Ante el aluvión de quejas, varios profesionales del Derecho se ofrecieron en redes a asesorar a quien lo necesite, sobre qué hacer en estos casos. Y una concejal fue más allá y presentó un proyecto para la creación de un Registro Único de Bicicletas en la ciudad.
Sofía Vallejos, la edil que ideó la propuesta presentada esta semana ante el Concejo Deliberante, explicó que, de aprobarse e implemetarse, se tratará de un trámite gratuito y contempla los casos en que la bicicleta es nueva o usada.
De momento, este tipo de controles van a seguir. Los robos de estos rodados están en auge y, por el momento, los operativos de prevención en las calles se presentan como la única alternativa para combatirlo, pese a algunas molestias.
Nuevo objeto preciado
A finales del año pasado, una nota de EL LIBERTADOR, daba cuenta de un nuevo delito que estaba en auge tras los meses de pandemia con más fuertes restricciones. Se trataba del robo de bicicletas que resurgió cuando el uso de estos rodados y también con su valor cada vez más elevado en el mercado.
«Nosotros notamos que, con las restricciones por la pandemia, hubo un gran número de personas que volvió a usar este vehículo para moverse por la ciudad, ya sea para hacer ejercicios o para ir a trabajar o realizar sus actividades cotidianas. Y cuando esto empezó a pasar, también notamos que los robos de esos rodados también subieron», dijo entonces una fuente policial consultada al respecto.
Desde entonces y hasta hoy en día, las redes sociales, especialmente en Facebook, donde los grupos o colectivos tienen un espacio destacado, las denuncias sobre delitos de este tipo se volvieron una constante. Es más, en la mayoría de los casos, es el primer lugar en el que los damnificados piden ayuda y brindan datos para encontrar la bicicleta que les robaron, mucho antes de acudir a las autoridades.
Hasta ahora también, estos espacios son un lugar desde el cual, la Policía logra recuperar bicicletas robadas, organizando operativos en los que se hacen pasar por compradores.
Ejemplos de otras provincias
El problema de cómo asegurar las bicicletas es común en todo el país. Incluso hay algunos lugares en los que ya se implementa el registro de estos rodados por parte de diferentes organismos de gobierno y no gubernamentales.
En Neuquén, por ejemplo, funciona el Registro Único de Bicicletas del Neuquén (Rubin), es un registro integral, voluntario y gratuito de propietarios de bicicletas de esa provincia. En su página oficial explican «Registrarte en Rubin es una forma de desalentar la comercialización de bicicletas robadas y facilitar la restitución de las bicicletas recuperadas por la Policía. El registro opera como una base de datos de rodados, que genera una serie de identificación única y diferente para cada bicicleta». Funciona mediante una aplicación desarrollada por la Policía provincial.
De la misma forma, en Mar del Plata, la Municipalidad puso en funcionamiento un registro similar para los vecinos de la ciudad. En este caso también, el trámite es voluntario y el registro, la transferencia de dominio y la denuncia por robo o extravío son gratuitas.
En Buenos Aires, Registro de Bicis es un proyecto sin fines de lucro para combatir el robo de bicicletas e impulsar que se logre un registro formalizado a nivel nacional. Ya cuentan con más 11.000 suscriptores.
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