«Siendo muy chico, del barrio Centenario jugábamos con una pelota, o a lo que era parecido a una pelota, se pondría decir, una botella de plástico, una pelota de media y cuando jugábamos siempre decía, que cuando jugábamos con pelota de verdad era como estar en la gloria, pero la verdad que sí, en el barrio con los amigos, los chicos de la escuela, de muy chiquito es como empezó esa pasión por el fútbol», enfatizó en su casa de la ciudad de Curuzú Cuatiá que me recibió amablemente.
«Mis tíos y sus amigos, los más grandes del barrio, todos jugaban en Ferro acá en Curuzú y yo siempre veía que Bujam, que era en ese momento el técnico del club, pasaba con una camioneta y los levantaba a todos y los llevaba a entrenar y algunas veces nosotros íbamos a mirar, algunas veces participamos también. Yo era chico y entonces de alguna manera como que queríamos jugar en Ferro y así terminé jugando ahí en la 5ta división. Desde mi inquietud y del sueño que tenía, era jugar al fútbol. Mi mamá trabajaba en ese momento en Buenos Aires y entonces me consiguió la posibilidad de que pueda ir a intentar jugar. Porque en realidad mis viejos no tenían ni idea de lo que era el fútbol, y ellos lo que me decían era «andá a desengañarte y volvé». Y en realidad era un producto de su ignorancia respecto al fútbol, y aparte ni siquiera nunca me vieron jugar. Pero yo siempre tuve el sueño muy firme, la seguridad y la confianza en mi también», enfatizó el ex volante.
PASOS
PROFESIONALES
«Mi primer club fue River, me ficharon para jugar en 6ta división. Tuve que empezar a trabajar, me despertaba a las 4 de la mañana, era muy chico, faltaba a los entrenamientos porque el cuerpo me pasaba factura por el cansancio entonces a la larga toda esa desprolijidad, no me permitió tener continuidad. Jugué si un súper clásico en la 6ta división, ya tenía 17 años, jugábamos en la cancha auxiliar de River y estaba el Monumental al lado, veíamos a todos los jugadores del momento. Luego quedé libre, después de un tiempo me ficha Argentinos Jrs, que es donde termino debutando en Primera división, dónde jugué 4 años profesionalmente. Y luego de esos años, River me contrata, donde estuve un año, de julio del 95 a julio del 96 dónde tuve la suerte en ese momento de caer en el año dónde River ganó su segunda Copa Libertadores de la historia. Fui el único jugador que jugó los 14 partidos y dónde también tuve la suerte de jugar un River-Boca, con la vuelta de Diego a Boca. Y dónde me eligieron el mejor jugador del partido».
«Ese año de River fue muy intenso, un año totalmente distinto, me terminan vendiendo a la Real Sociedad de España. Ahí estuve cuatro años, dónde me convertí en el primer extranjero capitán del equipo. Me transformé en ídolo de la fisión que bueno hasta el día de hoy siempre digo que cada vez que voy a San Sebastián es como que si el tiempo no pasó y que todavía sigo jugando, por el trato de la gente di mi paso por la Liga Española».
«Eso era el sueño mío, jugar ahí que en ese momento era la mejor liga del mundo y era todo un sueño echo realidad. Llegar a la Real Sociedad, después de lograr en River ser campeón de América me llevó meses de adaptación dónde túve buenos momentos y no tantos, pero luego después de la llegada del técnico alemán, mi vida cambió por completo y él confió en mi plenamente para darme la posibilidad de que sea capitán y la posibilidad de que pueda tener continuidad en el grupo».
«Llegué a un grupo armado, donde me sentí muy bien, no me habían echo sentir extranjero desde el primer momento, el grupo me aceptó de buena manera y eso de alguna manera también hace que todo sea mucho más fácil. Y, entre esos cuatro años que estuve, tuve ofertas de la Juve, de Madrid, del Milan para poder salir de ahí y la verdad que yo siempre he valorado mucho el bienestar de la familia, el sentirme bien».
«Luego pasé al Atlético de Madrid, era un desafío importante, el Atlético había bajado a la segunda división, yo era una figura importante de primera división en ese momento, entonces ellos apostaron por mí, me pareció que el desafío estába bueno y así tomé la decisión de irme a jugar ahí y al año de estar en el club me lesioné y estuve dos años, que me termina dejando fuera de las canchas, pero pudimos volver a primera división al segundo año con el Atletic», comentó Gómez mientras compartió unos mates.
«Ya hace casi 20 años que estoy retirado profesionalmente».
«Estando en San Sebastián, nació Esteban mi primer hijo, mi familia siempre estuvo conmigo, la familia siempre es importante, luego de tres años nació Andoni en Madrid, y como experiencia la verdad que la familia siempre es importante el poder tenerlos cerca y hoy la mayor satisfacción que tengo es que Esteban está viviendo en Europa, siempre que va a San Sebastián tiene un montón de lugares donde ir y disfrutar», contó el curuzucuateño.
«Yo a mis hijos nunca les inculqué que se dediquen al fútbol ni nada, yo siempre le di la libertad de que ellos elijan y yo como padre acompañarlos. Esteban hoy está haciendo su carrera en Europa, Andoni va a seguir sus pasos si Dios quiere, ahora también está pronto a irse; e Iñaqui, que tiene 12 años, que también le apasiona el fútbol pero bueno el tiempo dirá y ellos mismos tomarán sus decisiones que es lo que querrán para su futuro».
«El estar y haber vuelto a Curuzú, yo siempre sigo lo que me dicta mi corazón y siempre Curuzú a estado presente, está presente en mi vida, es donde están mis raíces, dónde me siento plenamente feliz y es mi lugar en el mundo indudablemente», finalizó el correntino campeón de América.
Gentileza: Lic Micaela Culasso.
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