En las últimas semanas, la Policía de Corrientes detectó un aumento de casos relacionados con un delito que resurgió con la pandemia y es más evidente en estas semanas, con la vuelta de la fase 3 a la Capital y varias ciudades del Interior. Se trata de las estafas telefónicas, mediante las cuales, los delincuentes engañan a las víctimas con el objetivo de vaciar sus cuentas bancarias.
«Estas personas se aprovechan de una situación de necesidad que se vive y llaman a las personas para ofrecerles supuestos beneficios, que por lo general es una suma de dinero. Para eso, usan datos obtenidos de la web o guías telefónicas, padrones, redes sociales y así parece que son más creíbles», indicó a EL LIBERTADOR una fuente de la fuerza de seguridad.
«Lo que buscan es acceder a las cajas de ahorro de las personas, si ya tienen en el CBU, luego van a seguir insistiendo para que se les pase la clave. Son muy insistentes y es por eso que la gente tiene que estar atenta. Más ahora que con la pandemia, casi todo se hace por medios tecnológicos», agregó.
En cuanto a hechos concretos, la fuente señaló que tuvieron casos en los que vaciaron las cuentas. «Pero después tenemos muchas denuncias de gente a la que intentaron estafar y no lo lograron», dijo.
«La recomendación es que sean más cuidadosos con sus datos. Los organismos oficiales no van a llamar a una persona en particular para decirle que ganó algo. Y cuando empiezan a solicitar los datos personales y sobre todo los bancarios, hay que cortar de inmediato», fue la recomendación.
Desde la fuerza explicaron que hay varias modalidades (ver recuadros), con las que los delincuentes pretenden embaucar a las víctimas. «Lo que la gente debe tener en cuenta es que quien llama no tiene porqué preguntar datos personales, en especial, deben advertir esto a los adultos mayores», completó la fuente.
Sugerencias
*Hable y recomiende a los chicos y adultos mayores, sobre posibles llamadas de personas extrañas que intentan hacerse pasar como familiar en riesgo de eventuales, secuestros, accidente o intenciones de cambiar dinero.
*Tener en cuenta que no existen medidas económicas sobre posibles cambios de moneda.
*No suministrar, ni aportar datos propios o de familiares, sobre la disponibilidad de dinero.
*No acatar la orden de mantener abierta la comunicación con el supuesto secuestrador, debiendo inmediatamente realizar las consultas y llamadas al teléfono de la persona supuestamente secuestrada y/o teléfonos de otros familiares que puedan corroborar la ausencia de la supuesta víctima privada de la libertad.
*No aportar al supuesto secuestrador, identidad, características, prendas de vestir, ni otros datos, y preferentemente, con otro móvil, simultáneamente llamar al 911, a la Comisaría de su barrio, o al 3794-422-931 (Delitos Complejos).
«Ganaste un premio»
El delincuente llama a la víctima seleccionada y le dice que ganó un premio en un sorteo. Generalmente son llamadas de otras provincias que le notifican que ganó un vehículo o algún artefacto electrónico. Cuando la persona cree en el engaño, pueden existir varias comunicaciones con el estafador, quien siempre utiliza celulares con chips cuya titularidad no puede ser fácilmente determinado. Estos le exigen además una determinada suma equivalente a tarjetas telefónicas cuyas numeraciones de códigos deben ser pasados al victimario.
Llamadas extorsivas
El delincuente llama por teléfono al azar de celulares desconocidos y/o modo «privado» pidiendo rescate por alguien de la familia que supuestamente ha sido secuestrado.
Primero simula que un familiar ha sufrido algún tipo de siniestro vial, para luego valerse de cierta información que le puede dar la misma persona que no sabe que es víctima de un engaño. Y luego, cuando ya tienen los datos necesarios, le dicen que su familiar fue secuestrado exigiendo la entrega de todo bien de valor que pueda tener en su domicilio.
Supuestos organismos
El delincuente llama por teléfono con celulares en modo de desconocidos y/o modo «privado» o a los teléfonos fijos domiciliaros, donde un supuesto abogado o empleado de un organismo oficial (reconocido) le comenta a quien atiende, que ha sido elegido para el cobro de un beneficio social. Muchas veces dicen que es una suma importante, para luego comenzar a solicitar datos personales finalizando luego induciendo a las personas a brindar datos de cajas de ahorro o número de CBU, alias, claves, etcétera. Para luego terminar estafando a las personas.