La comunidad de Curuzú Cuatiá sigue consternada por la muerte de la periodista Griselda Blanco y la fiscal María José Barrero Sahagún, que comanda investigación ratificó hoy que el caso se trató «desde un primer momento como un homicidio».
«En ningún momento se trató la hipótesis del suicidio», expresó en diálogo radial y confirmó que la Policía Federal lleva adelante la investigación «por pedido de la familia».
Mientras se aguardan los resultados de la autopsia practicada al cuerpo de la víctima en Capital, el ministro de Seguridad, Buenaventura Duarte adelantó que en sus manos encontraron cabellos, por lo que habría intentado defenderse del ataque.
En tanto que Barrero Sahagún, amplió sobre la situación del único demorado en la causa, quien sería una ex pareja de Blanco, también vinculado al ambiente periodístico local. «Había pruebas suficientes» para su aprehensión, dijo la funcionaria judicial.
Consultada por EL LIBERTADOR, sobre cuando tomarían declaración al sospechoso y si podría quedar imputado en la causa “por femicidio”, no dio precisiones.
Además se analizan las imágenes de las cámaras de seguridad existentes en la zona, en la búsqueda del o los culpables de este macabro asesinato.
También se conoció que funcionarios del Poder Judicial y del Ministerio de Seguridad de la provincia se trasladarán a Curuzú Cuatiá.