Pablo Taffarel, de 36 años, es un desarrollador radicado en Gobernador Virasoro que trabaja en remoto para la empresa estadounidense AT&T desde hace diez años. «Si bien es algo que explotó ahora, viene de hace tiempo en otros países, y en mi caso, trabajar desde acá me da la facilidad de no pagar alquiler y los costos son más baratos», comentó sobre su decisión de volver a su natal Virasoro, desde donde sigue en contacto con sus jefes y colegas de Estados Unidos.
«Hay muchas opciones para buscar trabajo afuera. Hay una demanda importante de desarrolladores y las empresas buscan de todos lados. Como está la situación hoy, en el país, te pagan en dólares en algunos casos», señaló. Taffarel contó que su empresa empleadora, al estar radicada en el país, paga los sueldos en pesos, con los aportes jubilatorios y obra social correspondientes. «Buscan al argentino», remarcó el desarrollador.
Esta experiencia de trabajo remoto la compartió en la primera edición de la feria tecnológica de vanguardia Virasoro Tec, en 2019. Las carreras «del futuro» son una oportunidad también presente en las ciudades del Interior, donde cada vez más jóvenes son atraídos por la posibilidad de un trabajo freelance, home office o con salarios en moneda extranjera.
Trabajó durante tres años en las oficinas que la firma posee en Buenos Aires, donde se comenzó a implementar la reducción de días laborales presenciales, con la posibilidad para los empleados de cumplir los objetivos de la jornada desde sus casas, quienes demostraron un buen rendimiento como para que la modalidad quedara establecida.
Durante la pandemia, la misma se extendió de manera urgente y necesaria a todos los trabajos de oficina, y actualmente, en AT&T, la presencialidad es opcional. Los empleados cuentan con escritorios compartidos si desean acercarse a las instalaciones, pero en sus casas también cuentan con el equipamiento y la comodidad requerida para cumplir con el horario de 8 a 17.
MOTIVACIÓN
Sobre la decisión de abrir una pinturería, contó que siempre le interesaron los negocios y como al terminar con su jornada laboral se encontraba con tiempo libre, comenzó a dar formar a la idea. «Empecé a ver en qué rubro podía meterme que no me consumiese tanto tiempo porque tenía mi trabajo. Busqué uno donde hubiera espacio para la competencia y los primeros años fueron muy duros porque me hacía cargo yo, luego contraté gente», relató.
«Hoy, el negocio no lo hago por mí, no le saco ganancias. Busco lo que yo tuve en AT&T. Mi jefe fue un guía, la definición del auténtico líder, y busco ser así, que las personas que trabajan conmigo se sientan cómodos, que puedan tener una carrera, que sientan que pueden crecer y no que están trabajando sólo por un pago», expresó Taffarel.
Destacó la importancia de estudiar, en especial, de manera autodidacta. «Si bien nunca dejé de estudiar, siempre digo que la facultad a pesar de que no la terminé, me formó. Aliento a que la gente estudie, aunque no la termine o no sea una carrera universitaria, es la única manera de mantenerse al día y mantener la mente abierta», contó.
TRABAJO EN EQUIPO Y SOLUCIÓN DE PROBLEMAS, A TRAVÉS DEL USO DE TECNOLOGÍAS
En abril, comenzaron las actividades del Centro de Innovación y Robótica de Riachuelo, con un récord de inscriptos. Los jóvenes de 14 a 17 años asisten martes y jueves, y de 12 y 13 años, los miércoles y viernes. Los sábados concurren los niños en grupos divididos también por edad: de 8 y 9 años, y de 10 y 11 años.
«Nos está yendo muy bien, superamos todo tipo de expectativas. Al comenzar el receso de invierno, los chicos no querían que hubiera, querían seguir cursando», comentó el profesor Nahuel Hollman.
Desde el centro municipal, se promueve en los niños y jóvenes que desarrollen proyectos con una mirada humanizada y de responsabilidad social. En el mes inaugural, tuvieron un primer encuentro virtual con el Grupo Phoenix y la ONG Viva Vida Verde de Colombia, que se dedican a la reutilización de materiales descartables.
Y al mes siguiente, se contactaron con Ingenieros sin Fronteras de Italia, quienes le compartieron la importancia de la robótica y a su vez, se interiorizaron de los proyectos que los jóvenes llevan adelante, con la presencia de un traductor de italiano-español.
«Gracias a la ONG Agencia Social de Colombia y a MercadoLibre de Argentina, pudimos cumplir el sueño de conocernos luego de haber trabajado durante casi tres años con el profesor Carlos René Ramírez», contó Hollman, al referirse a una de las más ricas experencias de este año.
La comitiva estaba integrada por siete que compartieron sus experiencias y proyectos, y también entregaron insumos a la Escuela N° 553 de San Cayetano y para el Centro de Innovación y Robótica. «Había dos estudiantes, Mariana y Andrés, que contaban su experiencia con la robótica y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y comenzar a forjar que ellos sean los futuros líderes de un cambio en el planeta», relató.
Comentó que existe la posibilidad que el año que viene, sean ellos quienes tengan la oportunidad de viajar a Colombia en el primer trimestre, y así cerrar este círculo de intercambios que comenzó durante la virtualidad.
SOLIDARIOS Y EMPÁTICOS
Al Centro se integraron niños de otras ciudades, como Corrientes Capital, que sienten que no tienen otros espacios para desarrollar sus habilidades y quienes cuentan haber pasado por episodios de bullying en la escuela. «Todo eso es muy importante para mí, para que sea un lugar que acoja a niños que tengan algún tipo de inconveniente o dificultad para poder potenciarlos y empoderarlos», expresó.
Hollman manifestó su alegría de que este espacio siga cumpliendo los objetivos propuestos en su creación y surjan nuevos. El profesor fue invitado a participar de Algoritmo Podcast, para dar una charla sobre el empoderamiento y la innovación en la educación, y desde Argencon, la primera entidad nacional que nuclea a empresas de la Economía del Conocimiento. Recientemente, fue visitado por la legisladora Maria Eugenia Vidal.
«Se están interesando mucho en la mirada que le estamos dando al centro, que no es solamente la utilización de las tecnologías, sino que sea una excusa para que aprendan a solucionar problemas, a trabajar en equipo, a desarrollarse como personas, que sean empáticos y solidarios, que hagan su aporte al cambio climático«, concluyó.
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