El jefe de Distrito, Daniel Flores respondió recién en febrero a un pedido de informe impulsado por el bloque del Partido Autonomista de Diputados en junio del año pasado. Lo hizo en un mes en el que abundaron las críticas contra el proyecto, cuyas tareas llevan más de 5 años. Las estimaciones brindadas a la Cámara baja provincial, señalan que podría terminarse en 2025, «de no mediar contratiempos no previstos».
04-POLITICALa contundente crítica esgrimida por el titular de Infraestructura capitalina, Mathias Cabrera publicada por EL LIBERTADOR el pasado viernes 24 de febrero, sobre la cuestionada obra de la autovía Travesía Urbana, provocó un cimbronazo que habría tornado imposible dilatar una respuesta de parte de Vialidad Nacional, oficina responsable del estancado proyecto. La repartición habría aprovechado otro letargo administrativo para dar algunas precisiones. Fue a través de un pedido de informe emitido desde la Cámara de Diputados, hace varios meses atrás, el cual recibió respuesta en las últimas horas.
CRÍTICA
CONTUNDENTE
Las declaraciones del funcionario municipal hechas a radio Sudamericana marcaron con contundencia un sinfín de cuestiones hasta entonces no advertidas, respecto a los problemas que conllevará el tramo de 12 kilómetros que atraviesa parte de la ciudad. Inundaciones, siniestros viales, entre otros inconvenientes fueron remarcados por Cabrera.
RESPUESTA
A DIPUTADOS
Intertanto, desde la Cámara de Diputados de la Provincia se había avanzado con un pedido de informe a la dependencia del Gobierno central que dirige Daniel Flores, responsable zonal de Vialidad. El proyecto fue impulsado en junio de 2022 por los legisladores autonomistas José Antonio Romero Brisco y Silvia Patricia Galarza. Recién en febrero hubo novedades.
La respuesta ingresada a la Legislatura intentó justificar la dilación de los trabajos, alegando cuestiones operativas y de diseño resultantes de la prioridad que se dio al menor impacto negativo en las comunidades lindantes al camino.
Se especificó que debió dejarse sin efecto la expropiación de tierras a frentistas, entre otras estipulaciones relacionadas con ellos, derivando en una demora en todo lo relacionado a las colectoras.
Con ello, la repartición «debió introducir modificaciones con cambios de perfil transversal de las mismas en esos sectores, lo que trae aparejado adecuaciones tanto estructurales e hidráulicas al diseño proyectado, requiriéndose minuciosos estudios, verificados y, en algunos casos interactuaciones con otros organismos», tal como reza la respuesta a la que accedió este medio.
De esta manera, el jefe de Distrito, Daniel Flores sostuvo todo lo descripto «ha repercutido en los plazos de la obra», sumando a la justificación del letargo a «los efectos de la situación de la pandemia».
Así, pudo estimar «su culminación en un lapso de 20 meses, aproximadamente, de no mediar contratiempos no previstos».
Ante esto, se debe tener en cuenta que la obra se inició en 2018 y la iniciativa primigenia contemplaba un plazo de obra de 24 meses. Sin embargo, pasaron 5 años sin que se observen avances sustanciales que representen una mejora en la transitabilidad vial de la ciudadanía, todo lo contrario.
Con la respuesta y el nuevo «cálculo temporal» señalado por Vialidad Nacional, habría que esperar dos años más, sería a 2025, para poder circular por una autovía acorde a las necesidades actuales de la zona.
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