El acoso se sigue sufriendo en la calle, no hay una concientización en la sociedad para que pueda terminar, así lo definió la coordinadora local de Mumala, Mónica Baglietto en diálogo con EL LIBERTADOR.
«Tenemos mujeres que al día de hoy siguen pasando por obras, también niñas que están en las paradas de colectivos y pasan pedófilos y las acosan, es la verdad», sostuvo.
En este sentido recordó que en abril de 2019, se sancionó en el país la Ley Nacional 27.501 que modifica la N° 26.485 «de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales» incorporando el Acoso Sexual Callejero como tipo y modalidad de violencia contra las mujeres en espacio público.
Es por eso que durante este mes se proponen concientizar en la temática para poder poner fin a la problemática.
El acoso callejero se define como la violencia ejercida contra las mujeres por una o más personas en lugares públicos o de acceso público, como medios de transporte o centros comerciales, a través de conductas o expresiones verbales o no verbales con connotación sexual que afectan o dañan la dignidad, integridad, libertad, libre circulación o permanencia, y/o generan un ambiente hostil u ofensivo.
«Desde Mumala hemos hecho un informe en el 2019 donde hemos revivido los hechos de acoso callejero. Uno de sus puntos era la iluminación, la falta de seguridad también en estos espacios donde transitamos las mujeres, disidencias, niños, entonces hemos visto que habíamos solicitado el tema de la iluminación, el tema de los controles en los ingresos y egresos de las instituciones escolares, el tema de mayor iluminación en los espacios, en los lugares de esparcimiento, cosa que al día de hoy no ha sucedido en muchos de los casos. Se ha puntualizado mucho en los lugares céntricos o en espacios donde habitualmente mujeres transitan por cuestión laboral», señaló.
A partir de ello se plantea la necesidad de reeducar a la sociedad: «No hay una sanción que pueda erradicar esto y que ponga al acosador, digamos, en carácter de culpable, porque muchas personas no saben que esto es una violencia y que esto se debe denunciar. Entonces, ante estas cuestiones no se ha avanzado mucho».
Añadió que sería importante «políticas concretas por parte del Gobierno, tanto nacional, provincial como municipal. Y a veces el trabajo que se lleva adelante es muy mínimo y no hay compromiso por estas oficinas estatales para revertirlo».
Finalizó diciendo: «Muchas veces cuesta involucrarnos o acompañar a esa persona que está sufriendo este tipo de violencia, entonces también sería esa forma digamos de pensar que podemos ser nosotras o que pueden ser nuestras hijas, nuestras primas, nuestras hermanas quienes están sufriendo ese acoso y acompañar, asesorar, involucrarnos porque la víctima es víctima y a veces no se siente con la suficiente fuerza para llevar adelante esto».
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