Nora Celeste Frank es especialista en herpetofauna y presidenta de la Fundación Ñacanina, cuyo objetivo es la protección de reptiles y anfibios. Como una de las referentes del movimiento colectivo que reúne a varias organizaciones activistas ambientales y busca concientizar sobre el triple impacto social, económico y ambiental de los incendios forestales, dialogó con EL LIBERTADOR sobre cómo afecta a la flora y fauna local.
«Hay que hacer hincapié en que se están muriendo muchos animales, se están perdiendo muchas hectáreas. Y mucha gente no sabe el efecto que trae todo esto, no se trata de que mueren los animales solamente, esto nos afecta de manera muy directa. Tenemos que empezar a recapacitar y colaborar», instó.
«La recuperación del post-incendio también va a depender de qué tan rápido actúe el Gobierno y la gente. Todo esto lleva a una degradación de los ecosistemas y estamos en una emergencia ecológica», afirmó Frank.
ESTADO CRÍTICO
«Los incendios forestales siguen avanzando en Argentina, desde hace muchos años, y es uno de los países en estado crítico, por la sequía y por el fuego. América del Sur está prendida en llamas desde hace meses. Los humedales, pastizales y bosques nativos se encuentran entre los más afectados», describió Frank.
Las provincias afectadas por los focos de incendio en todo el territorio nacional son Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Buenos Aires, Corrientes, Entre Ríos, Misiones, Santa Fe y Formosa.
«Los incendios son provocados parcialmente por los seres humanos», explicó, y también «por la deforestación causada para promover la expansión de actividades como la agricultura, la ganadería, la minería o proyectos inmobiliarios».
«Las altas temperaturas y las escasas precipitaciones, así como las condiciones extremas de sequía, alimentan a la propagación de los incendios», agregó.
IRREVERSIBLE O NO
Insistió en la pérdida de muchos animales que cumplen funciones en los ecosistemas, entre estos, especialmente las serpientes, los sapos y las arañas. A su vez, los focos ígneos provocan que muchos animales se desorienten y lleguen a las ciudades. «No saben a dónde ir porque están perdiendo su hábitat natural y tratan de habitar dónde puedan, por suerte está el Centro Aguará que se encarga de esto», remarcó.
Hace unos días, activistas ambientales se manifestaron frente al anfiteatro Cocomarola para exigir soluciones ante los incendios que se suceden en toda la provincia. «Lo más grave de todo esto es la pérdida de fauna y de flora de forma irreversible a veces, y dependerá qué tan rápidos actuemos para ver si es irreversible o no», afirmó.
Los pedidos comprenden una mayor cantidad de órdenes para poner un freno a la situación ambiental, como una línea directa para denunciar quemas ilegales y la conformación de un Comité de Crisis ambiental, entre otras.
FUERZA COLECTIVA
«Estamos en alerta. Los impactos son sociales, ambientales y económicos, entonces es algo que nos compete a todos, para generar un cambio no lo podemos hacer de manera individual», aseguró Frank.
Las organizaciones involucradas en este movimiento colectivo son Defensores del Pastizal, Turba, Colectivo de Hábitat, Correntinos contra el Cambio Climático, Guardianes del I’verá, Ambientalistas de Ituzaingó, Fundación Protección Ñacaniná, Incupo, Atac Corrientes. «La unión hace la fuerza, y al juntarnos todas las organizaciones, conseguimos pequeños cambios que sirven», aseguró, y que «vamos a seguir trabajando, porque esto va a seguir».
«Los incendios vienen desde hace muchos años, no ahora. Cada vez que dejamos pasar más tiempo, más irreversible se torna. Cómo los ecosistemas queden va a depender de qué tan rápido actuemos», concluyó.
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