El Instituto Nacional del Agua (INA) advirtió que se espera un agravamiento de la bajante en el río Paraná, en su informe semanal. La situación hidrológica en el Litoral argentino es alarmante, desde hace más de un año, por la histórica bajante.
Ahora, el organismo nacional emitió un nuevo alerta y adelantó que «con la tendencia prevista, todo el tramo del río Paraná en territorio argentino alcanzaría niveles de similar orden a los registrados en el año más bajo de la historia registrada: 1944».
«No se espera una mejora sensible en los próximos meses. El mes de julio será especialmente crítico, con afectación a todos los usos del recurso hídrico, especialmente la captación de agua fluvial para consumo urbano», indicó.
SEQUÍA HISTÓRICA
Para el titular del INA, Juan Carlos Bertoni: «Estamos atravesando una sequía de características extraordinarias. Prácticamente nos estamos aproximando a los niveles de la sequía histórica del año 1944», anticipó en una extensa charla con el equipo de Fenómenos que se emite por TN.
El ingeniero en Recursos Hídricos explicó entonces que el organismo toma registros en distintos puntos del país, «por ejemplo en el puerto de Rosario (Santa Fe), tiene datos desde el año 1884. La bajante del año pasado, que fue importante, se trató de la sexta sequía más crítica en la historia desde el año 1884. La que estamos atravesando ahora es la segunda más crítica hasta el momento. Pero si tomamos juntas la del año pasado y la de este como fenómeno bianual es claramente la situación más crítica desde aquel año. Y esto tiene impacto sobre las actividades del hombre y también el ecosistema».
PELIGRA LA
PROVISIÓN DE
AGUA POTABLE
Entre las consecuencias negativas que ello ocasiona las que uno fácilmente puede identificar, «primero, el abastecimiento de agua a las ciudades, lógicamente que estamos trabajando con el Ministerio de Obras Públicas del cual depende el INA, y la Secretaría de Recursos Hídricos en conjunto con las siete provincias litoraleñas para hacer un relevamiento para prever problemas en las ciudades grandes y pequeñas que tienen menor capacidad de respuesta y así el Gobierno nacional pueda auxiliar a las provincias», dijo.
PROBLEMÁTICA
ENERGÉTICA
«El segundo problema es la generación de energía: la necesidad de agua para refrigerar centrales térmicas y o también algunas industrias. Luego el tema de la navegación, fundamentalmente la de ultramar que llega hasta Rosario, pero también el resto de la ruta que llega hasta el Paraguay.
Hace pocos días atrás, se llegó a un acuerdo entre los tres países (Argentina, Brasil y Paraguay), el cual posibilitó generar una onda de crecida para que se pudiera sacar la producción a través de barcazas paraguayas (por el río Paraná). Esa situación es cada día más difícil porque no tenemos agua, no se genera», admitió el especialista.
REPRESAS
Consultado sobre el estado actual de las reservas de agua para permitir la navegación de los ríos, Bertoni comentó que «desde que están construidas las represas -prácticamente desde la década del 70- los caudales mínimos han aumentado y es lógico cuando estás almacenando agua, en períodos secos tenés la posibilidad de largar un poco de agua. Entonces, en términos generales, desde la década del 70 aumentaron los caudales mínimos por eso nos hemos desacostumbrado a las sequías; algunas las hemos pasado sin notarlas en Argentina.
Sin embargo, la situación que se da en estos momentos es que la sequía que empezó en 2019, continuó en 2020 y se agravó en 2021, tiene tal magnitud areal, es decir (abarca) toda una gran región que ya no hay represa que la soporte en el tiempo. Por más que hay agua almacenada, vamos a estar con valores semejantes a la bajante más histórica que fue en el año 44″, insistió.
«Brasil, que es la región en la que se conforman los caudales, también tiene una sequía muy importante. Las represas en Brasil en relación al año pasado en promedio están un 30 por ciento por debajo de su nivel normal. Ese país declarado la emergencia hídrica hasta el 30 de noviembre», reveló.
Para el especialista, «es razonable no esperar cambios sustanciales hasta bien entrada la primavera».
EN CIFRAS
El organismo, en su informe, indica que el río Paraná muestra una bajante significativa en territorio argentino. «La disminución importante de los caudales desde la alta cuenca del Paraná llevará los niveles en la confluencia con el río Paraguay a valores críticamente bajos, del orden de los mínimos históricos. En las próximas dos semanas irían evolucionando hasta aproximarse a valores cercanos a los ceros de escala. La futura evolución dependerá fuertemente de la evolución de las lluvias en la región, especialmente en la parte de la cuenca de aporte de respuesta más rápida (cuenca del río Iguazú, cuenca próxima al embalse de Itaipú y cuenca de aporte al tramo misionero-paraguayo)», advierte el organismo.
Así, en Yacyretá, «el caudal entrante mantuvo un ingreso estable durante la semana pasada en un rango acotado de 6.300 m³/s – 5.500 m³/s. El promedio semanal 5.900 m³/s permanece muy por debajo del promedio de los últimos 25 años. La evolución en las próximas semanas mostrará gradualmente la disminución de caudales mencionada. Quedará, a su vez, muy dependiente de la evolución de las lluvias sobre la cuenca de aporte directo».
En el puerto Goya, se registró un leve aumento del nivel que alcanzó la cota de 1 metro el domingo 13, y desde entonces se observa oscilante.
El jueves registró una cota en torno a 0,99 metros siendo este valor 1,60 metros inferior al límite de aguas bajas. El promedio semanal observado 0,93 m se encuentra 3,01 m por debajo del promedio mensual de junio desde 1996. El nivel retornará al descenso en los próximos días. Se ubicaría cerca de 0,65 m en la próxima semana.