Durante julio, el panorama nacional se vio afectado por un torbellino de cambios económicos y políticos, y como consecuencia el precio de los productos básicos aumentó de manera constante, en tanto la cotización del dólar libre también generó un clima de incertidumbre en los distintos rubros.
«Lo vimos terriblemente mal, realmente muy mal al mes, porque hubo que pagar aguinaldo y todo», comentó el referente mercantil, Enrique Collantes, en diálogo con EL LIBERTADOR, quien advirtió que «acá ya empiezan a peligrar los puestos de trabajos por la falta de ventas, los precios que suben, cientos de mercaderías que no hay. Uno no sabe qué comprar, el usuario, si es caro o barato. El empresario tampoco; no sabe si la lista subió o no, si va a tener la mercadería para reponer. No vemos ninguna salida».
Asimismo, enfatizó que la situación incomprensible de los costos seguirá repercutiendo con el correr del tiempo si no se avizora una solución, e indicó que la problemática afecta tanto al pequeño, mediano y grande comerciante.
MÁS GASTOS Y
DESORIENTACIÓN
Por el alarmante contexto, Collantes admitió que «el comerciante está desconcertado sin saber qué rumbo tomar, con el compromiso de pagar y mantener a la gente trabajando, que es lo esencial» y «si digo para qué lado tiramos, no sabemos, estamos realmente en el medio de la tormenta».
Recordó además sobre la cargas de impuestos que deben cumplir pese a la crisis económica que padece el sector. «La carga de todos los bienes está subiendo y eso hace peligrar el puesto de trabajo, que realmente es nuestro capital», apuntó.
«Hoy ya no sabemos qué hacer, si cerrar o abrir, pero tenemos el compromiso de los empleados de pagar y de mantener a esa gente», concluyó.
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