El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza, junto con su par de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Felipe Solá, participaron ayer del evento conmemorativo por el 30º Aniversario de la creación de la Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (Abacc), al frente de cuya Secretaría está la argentina Elena Maceiras, primera mujer en ocupar esta posición en la Agencia, acompañada por Marco Marzo de Brasil, como secretario adjunto.
“Es importante tener presente el enorme potencial que tiene la energía nuclear para el impulso tecnológico y, sobre todo, para el crecimiento. En tal sentido, para países como Argentina y Brasil, que desean sostener una política tecnológica central, como lo es la nuclear, la Abacc juega un rol esencial”, destacó el ministro Salvarezza. Y afirmó que “la Abacc acompañó, a lo largo de tres décadas, el desarrollo de los programas nucleares argentino y brasileño y ha permitido que ambos países se dediquen sin recelos a la consolidación y concreción de diferentes proyectos, garantizando que los mismos son realizados con fines exclusivamente pacíficos”.
Para finalizar, Salvarezza señaló que “en la actualidad, Argentina y Brasil cooperan en una serie de proyectos conjuntos como es el caso de la construcción del Reactor Multipropósito Brasileño (RMB) y el Reactor Nuclear Argentino Multipropósito RA-10, que tienen el potencial de abastecer del radioisótopo Molibdeno-99, clave en la industria medicinal, al mercado regional”.
Por su parte, el canciller Solá aseguró que “la creación de la Agencia se produjo sobre el compromiso inquebrantable con la paz y la seguridad, a través del Acuerdo de Guadalajara, Argentina y Brasil renunciaron al desarrollo, producción, adquisición y uso de las armas nucleares, abriendo camino para la consolidación de una América Latina y el Caribe como región de paz, y primera zona libre de armas nucleares en el mundo”.
La Abacc es un organismo binacional creado mediante el Acuerdo Bilateral firmado entre Argentina y Brasil en la Ciudad de Guadalajara, el 18 de julio de 1991. Su misión es garantizar a la Argentina, al Brasil y a la comunidad internacional que todos los materiales e instalaciones nucleares existentes en los territorios brasileño y argentino se están usando exclusivamente con fines pacíficos.
Su existencia «es una clara demostración de la voluntad política de Argentina y Brasil de dar transparencia a sus programas nucleares, creando un ambiente de confianza mutua y de colaboración para el desarrollo de la energía nuclear y representa igualmente una contribución tangible y eficaz al régimen internacional de no-proliferación y desarme nuclear ejemplo de mejores prácticas en el área de salvaguardias», expresaron voces oficiales.
Fuente: Argentina.gob.ar.