Corrientes, envuelta en su característico clima subtropical y su estrecho vínculo histórico con el agua, enfrenta cada temporada estival el desafío de ofrecer espacios de esparcimiento que estén a la altura de su demanda y crecimiento demográfico. En este contexto, surgió una propuesta que no solo destaca por su rigor técnico, sino por su estratégica ubicación: el Complejo Acuático «Yverá», un anteproyecto de fin de carrera desarrollado por las ingenieras civiles Millie María Luján Furik y Sol Paula Rousseau, recientemente graduadas de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne).
El proyecto se sitúa estratégicamente sobre la Ruta Provincial N°43, una via de comunicación fundamental que conecta a la ciudad capital con Santa Ana de los Guácaras, una de las localidades más pintorescas y con mayor potencial turístico de la región. Tras un exhaustivo análisis mediante el método de jerarquización, las autoras seleccionaron un terreno de gran escala que equilibra la cercanía al casco urbano consolidado con la disponibilidad de espacio necesaria para un desarrollo de esta magnitud.
IDENTIDAD Y
DISEÑO: AGUA
QUE BRILLA
El nombre elegido, Yverá (del guaraní «agua brillante» o «resplandeciente»), busca anclar la propuesta en la identidad cultural del Litoral. Desde una perspectiva arquitectónica, el diseño no fue librado al azar: se consideró cuidadosamente el volumen proyectado de visitantes, la funcionalidad de los espacios y, fundamentalmente, la orientación solar óptima para el nordeste argentino.
El complejo integra de manera armónica: piscinas y toboganes de última generación; zonas infantiles y áreas de descanso, además de se completa con un edificio principal destinado a gastronomía, cuya estructura se resolvió con un sistema de cubierta de cerchas metálicas y columnas de hormigón armado, cumpliendo con las normativas técnicas vigentes.
SUSTENTABLE
E INNOVADÓR
Uno de los puntos más sólidos del trabajo, que contó con la tutoría del ingeniero Alejandro Ruberto, es su planteo hidráulico. Ante la necesidad de gestionar el recurso de forma responsable, el proyecto incorpora un sistema de recolección y aprovechamiento de agua de lluvia proveniente de las superficies impermeables (veredas y cubiertas), destinada al riego y limpieza del predio.
Además, el diseño contempla un sofisticado sistema de tratamiento y recirculación para las piscinas, garantizando la higiene y minimizando el desperdicio mediante la captación por pozos y tanques de reserva. Incluso, las proyectistas dejaron sentada la base para una futura optimización energética mediante el calentamiento de agua por energía solar, lo que permitiría extender la operatividad del complejo durante todo el año.
VIABILIDAD
ECONÓMICA
EN UN PLAZO
RÉCORD
Más allá de lo estético, el informe de 141 páginas presentado ante la Facultad de Ingeniería detalla un presupuesto de obra que asciende a los $3.655.517.159. Lo más sorprendente es el plazo de ejecución estimado: apenas ocho meses para transformar el paisaje de la Ruta 43 en un polo de atracción regional.
La evaluación financiera arrojó resultados positivos, con un Valor Actual Neto (VAN) favorable y una Tasa Interna de Retorno (TIR) que supera los indicadores de oportunidad, demostrando que Yverá no es solo un sueño académico, sino una inversión rentable y necesaria para una capital que hoy ve limitado su acceso a parques acuáticos de escala.
Aunque por ahora se trata de un anteproyecto, el nivel de detalle y la solidez técnica demostrada por Furik y Rousseau marcan un precedente sobre cómo la ingeniería local puede proponer soluciones urbanas integrales, pensadas para mejorar la calidad de vida de los correntinos y potenciar el corredor turístico hacia el interior provincial.

