Esto decía la nota de Clarín de ayer que, con la firma de Ignacio Ortelli, termina por confirmar todos los anticipos de EL LIBERTADOR:
Aunque están lejos de ser amigos y mantienen sutiles diferencias en el rumbo político, Eduardo «Wado» de Pedro y Axel Kicillof son conscientes de que se necesitan. Saben que el futuro de ambos está conectado y que representan el uno al otro la solución a sus problemas en la interna que atraviesa al Frente de Todos por las candidaturas. Y en las últimas horas, el acercamiento quedó más expuesto porque se mostraron juntos e intercambiaron mensajes y guiños en clave electoral, y comienzan a ubicarse como los dos principales candidatos puros del kirchnerismo.
El Ministro del Interior, quien se mueve desde hace más de un año con la expectativa de ser una opción para Cristina Kirchner, en caso de que ella mantenga su postura de no participar de las elecciones, no es el preferido de La Cámpora ni de Máximo Kirchner. En rigor, con los números en mano, el diputado deja saber su pretensión de que sea el Gobernador bonaerense el que represente una lista pura K en una Paso contra el Presidente. Otros sostienen que la obse-sión del hijo de la Vice tiene que ver con despejar el camino de la Provincia de Buenos Aires para alguien que represente mejor sus intereses: el lomense Martín Insaurralde, jefe de Gabinete bonaerense, es uno de ellos.
Kicillof se resiste, habla de su continuidad en la Provincia de Buenos Aires y se muestra imperturbable ante las versiones. Sólo un eventual pedido de Cristina podría hacerlo cambiar de planes. Más allá de sus pretensiones personales, siempre se mostró incondicional ante la voluntad de su jefa política. En un contexto en el que el kirchnerismo sufre la falta de nombres que despeguen en las encuestas, esa posibilidad no es remota. Kicillof es, al cabo, quien mayor porcentaje de los votos de Cristina retiene. «Axel lanzado pierde dos o tres puntos de los que hoy tiene ella», confía a este diario un consultor que, de todos modos, expone que su salida de la boleta para la gobernación podría complicar el triunfo en el distrito. Otro aspecto no menor a tener en cuenta.
Mientras, Kicillof hace su parte para empujar los movimientos de Wado de Pedro. Esta semana lo sumó a la inauguración de un hospital en Lomas de Zamora y, frente a Máximo Kirchner, se deshizo en elogios hacia el trabajo del Ministro del Interior. Esa foto había sido planificada para despejar los rumores de tensión que se reavivaron cuando el líder de La Cámpora le pidió al Gobernador «subir a la militancia a los lugares de decisión». Kicillof utilizó ese acto para jugar en tándem con De Pedro, otro que genera cierto recelo en las filas del diputado porque también tiene un vínculo directo con Cristina, que ni siquiera se resintió con el ruido que generó su travesía por Expoagro. «Wado no ha parado un día de caminar por todo el interior de la Argentina», arrancó Kicillof en un discurso en el que sorprendió al enfocarse por el rol del Ministro. «Cuando todavía estábamos en pandemia, Wado de Pedro comenzó a llamar a cada uno de los gobernadores para saber cuáles eran las obras que necesitábamos. Nos dijo que pensáramos, no tanto en la urgencia, sino en qué obra necesitábamos para poder transformar la estructura productiva de cada una de las provincias. Por eso lo que hizo seguramente va a contribuir a los próximos 20 años del desarrollo de nuestro país», remarcó. Y el remate fue en clave electoral. «Wado: nos das la tranquilidad de que alguien está pensando en la Argentina del largo plazo», lo destacó, en lo que pareció un intento por mostrar a De Pedro como un interlocutor confiable para los gobernadores de cara a lo que viene. Es toda una paradoja porque varios de los mandatarios peronistas que podrían ver con buenos ojos una candidatura de De Pedro no ocultan su preocupación ante la posibilidad de que el elegido sea Kicillof. El apoyo de Kicillof al Ministro del Interior fue tan contundente que el equipo de comunicación del mercedino, que controla la cuenta de Twitter La Remisería de la Rosada (@La_remiseria) se encargó de recopilar las frases que le dedicó: fueron 9 menciones en un breve discurso.
Cerca de De Pedro evitaron contestar sobre temas de interna pero sí resaltaron «la buena coordinación que hay con la Provincia». Del lado de Kicillof no contestaron preguntas. Con todo, en el acto hubo por parte de De Pedro una retribución para el Gobernador: «Axel, como ciudadano de la provincia, te quiero decir que desde la gestión de Felipe Solá no veo una gestión tan comprometida con las necesidades del pueblo bonaerense». El guiño no se circunscribe sólo a Kicillof sino que incluye una crítica. Con sutileza expone los ocho años del gobierno de Daniel Scioli, que hizo pie en el PJ bonaerense y no tuvo una impronta kirchnerista.
.