Como viene ocurriendo en los últimos años, se conocieron videos y audios e imágenes en los que se expusieron supuestas maniobras non sanctas de parte de las distintas estructuras tradicionales de la política nacional.
La condición de «aparentes» le cabe a los archivos de sonido que circularon por Whatsapp, que luego fueron editados para ser presentados con apoyatura de imagen, lo que permitió su réplica en plataformas como Instagram y Facebook. Pero el vínculo que ya se convirtió en un clásico para transmitir ese tipo de información es el que tiene el color verde con el logo de la conversación.
Desde allí emanaron varios contenidos que (tal vez) en cualquier otro país sería tomado como un verdadero escándalo, pero por tratarse de Argentina (quizás) pasaron como otro condimento más a la vorágine electoral. Desde fotos de boletas truchas hasta filmaciones reveladoras.
El que primereó fue un presunto puntero del oficialismo provincial instando, vaya a saber quién o a quiénes, a robar boletas de Milei. Pero, horas más tarde, una similar «recomendación» adquirió mayor veracidad cuando se difundió un video en el que se observó a dirigentes kirchneristas -que serían de un pueblo chaqueño-, en una reunión, arengando a quitar de los cuartos oscuros a la oferta de La Libertad Avanza.
A última hora de ayer, apuntaron contra el referente de una cooperativa del Interior correntino, que supuestamente invitaba a los trabajadores en tono imperativo a asistir a un encuentro para recibir directivas sobre qué hacer el domingo en muestra de «agradecimiento» por conseguir el puesto laboral.
Después se conoció otro audio (presunto) de una Intendente del Conurbano bonaerense, que estaría exigiendo una muestra de fidelidad a presos que habrían sido liberados en pandemia durante su gestión. Con algunas amenazas que rayaron la ficción.
Todo un combo al que se le agregarán (casi como condición sine qua non) las imágenes de camiones, camionetas y autos trasladando bolsas de mercadería. Pero eso se notará recién hoy y durante toda la jornada cívica del domingo.
Las prácticas de la vieja política que permitieron en agosto un batacazo, y que obligó a gran parte de la clase dirigente a repensar sus estrategias. Aunque, visto está, muchos aún confían en la efectividad del «apriete», las dádivas y la trampa fiscalizadora.
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