La Copa de Oro del Súper Seven del Nordeste, del Taraguy Rugby Club lleva el nombre de Vicente Javier Roselló, porque fue el motor de este club. El espíritu alegre que acompaña a esta fiesta y a todos quienes año tras año se suman a este festejo.
Acérrimo fanático de Taraguy. Era la síntesis de todo lo que esta institución representa para sus más fanáticos integrantes. Fue jugador, un gran medio scrum, hincha enfurecido de los «cuervos»», entrenador de las inferiores y uno de los precursores y hacedores de la construcción de la actual sede.
Guitarrero de alma, era el «músico obligado» en las reuniones y encuentros con amigos. Pero si hay algo que despertaba más fanatismo en él era justamente la amistad. Hacíia culto y gala de las reuniones con sus pares, siempre estaba dispuesto a todo y a todos, y despertaba enormes lazos con sus pares, quienes hasta el día de hoy recuerdan cada reunión donde Vicente, a pesar de no estar físicamente, sigue acompañándolos en cada encuentro. Hoy no está, pero ese espíritu de fiesta, de enorme camaradería, de hacer gala y culto de la amistad y ese amor incondicional por el rugby, en especial por Taraguy, hizo que en un justo homenaje, la Copa de Oro de la competencia lleve su nombre.
HOMENAJEADO
Fue un representante incansable, un hincha fervoroso y un ayudante tenaz del club.
Fue además un jugador sencillo, que disfrutaba y hacía disfrutar cada partido.
Es el amigo eterno de todos los que de alguna u otra manera participaron de este deporte.
Divertía a cualquier situación y momento, sonreía y algo comenzaba.
Era sencillo y transparente, y eso lo volcaba a cada instante y eso lo hacia muy singular.
Junto con él hicimos el Primer Súper Seven y fue un espectáculo único. En todo aspecto.
Sigue siendo el hincha número uno, el «cuervo» más grande y el amigo inseparable.
Es Vicente, y todos saben lo que ese nombre significa.