Se acerca el 25 de Mayo y los actos patrios de las escuelas incluyen la participación de los niños caracterizados como personajes de 1810: caballeros y damas antiguas, gauchos, paisanas, vendedores y vendedoras.
A partir de una recorrida de EL LIBERTADOR por los cotillones, se conocieron los precios de trajes típicos y accesorios más utilizados: para personificar a un niño se puede gastar desde 5 mil hasta más de 30 mil pesos.
Los trajes de dama antigua, caballero, granadero y vendedores son las opciones más buscadas, al igual que los elementos que los complementan como ser galeras, bastones, sables, gorros, peinetones, mantillas, entre otros.
En el caso de la vestimenta para granaderos, hay accesorios de tela y también de cartón que son más económicos, e incluye la pechera, bastón y el gorro que se debe armar. Para los caballeros, las galeras también se ofrecen en dos opciones: de tela y plástico.
VALORES
En uno de los locales ubicados por la peatonal, la galera patria sale 3 mil pesos, el bastón de caballero 2 mil, la pechera de caballero a 15 mil pesos; caballero completo 30 mil pesos. Mientras que el set de granadero de cartón está 7 mil pesos y el de tela 20 mil pesos.
Banderitas se consiguen en 2 mil pesos. Para quienes busquen armar un personaje de vendedor ambulante: Faroles de cartón a 3 mil; poncho gaucho a 12 mil; farol de plástico 8 mil pesos. Asimismo con otros personajes, como el de la «negrita» la pollera cuesta 8 mil pesos.
En cuanto a accesorios: peineta de dama antigua mil pesos; abanico 2 mil.
En las casas de cotillón, las vidrieras estallan con las ropas y los accesorios. Ya ni siquiera hay que pensar en las empanadas, el farol, las velas y las escobas. Todo viene listo.
En un local ubicado frente a la peatonal, se pueden conseguir el palo con velas de goma a espuma a 5.500 pesos o faroles o potes de leches de goma espuma. También las típicas bandejas de empanadas.
ALQUILERES
En la actualidad hay muchas tiendas que se dedican al alquiler de trajes típicos con valores que van desde los 15 mil pesos.
Rentar el atuendo es un poco más barato que comprarlo. La ventaja de adquirirlo es que se lo puede reutilizar para otros actos escolares.
Además del precio, el alquiler tiene otra ventaja: evita acumular prendas que quizás no se vuelvan a usar.
Las que prefieren comprar -comentan las vendedoras- lo hacen pensando que luego ese mismo disfraz puede servirles a los chicos para jugar. O que con unos retoques se puede aggiornar para otros actos escolares.