El gobernador, Gustavo Valdés despliega una agenda en la que involucra gestión provincial y política nacional. Fue así que, en las últimas horas, se convirtió en anfitrión de figuras de relieve en la órbita dirigencial de la Argentina. Este lunes, recibió a Patricia Bullrich, titular del PRO y hoy hará lo propio con Facundo Manes, el hombre que ha logrado reposicionar a la UCR en la consideración de la gente.
20-CONTRATAPA-OKNo es un hecho menor el de estas visitas. Ya que exponen las dotes del mandatario correntino, en cuanto a sostener un equilibrio relacional entre sus correligionarios y los del partido porteño. Es más, días atrás, se reunió en Capital Federal con otro de los líderes de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta. Lo hizo durante su estadía en Buenos Aires, en la que coincidió con los principales exponentes del radicalismo, que lo mostraron en la cabecera de la mesa principal de un cónclave que luego se trasladó a Ferro, para rendir un homenaje a Raúl Alfonsín.
Los viejos caciques de la UCR, como Morales, Sanz y Cornejo comenzaron a reconocer a Valdés como una pieza clave en el mediano plazo de la disputa del poder central. Por ello, también la presencia de este miércoles en la Capital correntina, del candidato a diputado nacional bonaerense, Facundo Manes.
El desgaste de Gerardo Morales y Martín Lousteau es un dato de la realidad. El primero, muy cercano y muchas veces funcional al Gobierno nacional. El segundo, con el estigma de ser haber sido el promotor de la resolución 125, cuando militaba en el espacio que hoy critica.
LA PRESENCIA
DE MANES
La visita del neurocientífico no es un tema menor. Representa el estrechamiento de un vínculo estratégico entre dos de las personalidades políticas de la actualidad a escala país. Cada uno con sus objetivos bien definidos y ambiciones tras bambalinas, pero deslizadas a propios y extraños.
Facundo Manes estará hoy acompañando a los postulantes del radicalismo correntino para el Congreso de la Nación, en un acto que tendrá lugar en el club San Martín, desde las 19. Pero no es la primera vez que marcará presencia en la tierra del Taragüí.
Estuvo a principios de julio, cuando Corrientes transitaba el sprint final de la campaña provincial. En aquella oportunidad, recorrió el Hospital de Campaña y visitó los esteros del Iberá.
Retornó a la provincia el 29 de agosto. Gustavo Valdés lo recibió en Casa de Gobierno, donde Manes se plegó a los festejos tras el abultado triunfo ante el Frente de Todos. Y la gentileza fue devuelta por el Gobernador, quien viajó a Buenos Aires luego de la contundente victoria de la oposición en las Primarias de septiembre.
Manes está decidido a marcar el tiempo que se viene. En su entorno reconocen que le apunta a la Presidencia de la Nación. Es más, sus discursos sirven de ultimátum para los del PRO. En varias oportunidades supo manifestar: «Hace falta una coalición plural sin una fuerza dominante. Es necesaria una gran coalición para sacar al kirchnerismo, como pasó en Jujuy, como pasó acá en Corrientes».
Esta tesitura difiere en algo de la de Valdés, a quien no le desagradaría ser un actor coprotagonista del armado nacional. Es más, desde el sector del PRO que lidera Rodríguez Larreta, hasta habrían lanzado para debatir y analizar una posible fórmula que sería encabezada por el Jefe de Gobierno porteño y el mandatario correntino se ubicaría para la Vicepresidencia nacional.
Con todo, no podría verse como líneas contrapuestas. Manes apunta a abrir espacios. Si las encuestas lo posicionan para la pelea de fondo la UCR, hará bailar su trompo. Si no le da el piné, la ofensiva de Manes servirá para que el segundo término de la formula sea para un radical, posicionamiento para el que el correntino corre con ventaja respecto al resto de la dirigencia correligionaria.
Y es en esta delgada línea por la que transita Gustavo Valdés desde el 29 de agosto a la fecha. Tratando de manejar los humores de los viejos radicales nacionales, que despotrican cada vez que pueden contra el macrismo, teniendo como exégeta de esta vertiente intransigente al propio Manes. Por lo que representa un doble desafío para el Gobernador, ya que debe lidiar con los Morales y Sanz, afianzando una amistad -a la vez- con el neurocientífico.
La importancia de Patricia Bullrich
Gustavo Valdés estuvo este lunes con la presidenta nacional del PRO, Patricia Bullrich, quien lo acompañó en un acto de campaña en el que también estuvieron todos los candidatos de la alianza ECO + Vamos Corrientes para las elecciones parlamentarias del próximo domingo 14.
Con ello, Valdés cerró el círculo en un raid que incluyó primero a Macri, luego de Horacio Rodríguez Larreta, y después a Bullrich.
Aprovechando la presencia de una de las capitanas de la oposición nacional, el Gobernador correntino endureció aún más su discurso en contra del Gobierno nacional, en lo que ya sería un quiebre definitivo de una primavera que supo mantener con Alberto Fernández hasta que ganó en agosto. En parte, gracias a la desidia del mismo Presidente de la Nación, que desatendió el turno electoral correntino, explotándole en la cara el 12 de septiembre, tras las Primarias.
Bullrich es una figura pesada de la política nacional. Cada vez que le tocó gravitar entre Balcarce y Olivos, dejó su marca. A tal punto que lo hecho durante la gestión macrista, al frente del Ministerio de Seguridad, la transformó en una figura apoyada por muchos sectores de la sociedad argentina, performance que luego la depositó en el sitial del PRO.
En el estadio de las 1.536 Viviendas, ante una multitud, el reelecto gobernador, Gustavo Valdés hizo gala de su actualidad y mostró a la referente del Juntos por el Cambio el peso del oficialismo local.
Fue Bullrich, quien se ocupó de enfatizar en la relevancia del próximo y último turno electoral del año: «Sabemos lo que es luchar, en cada provincia, en cada pueblo. Hemos ganado en 16 provincias en las Paso, y ahora necesitamos ponerle freno en el Congreso (al kirchnerismo), y tenemos la oportunidad. Ya saben que no le tenemos miedo. Pero tenemos que ganar y con claridad la elección del 14», arengó ante una multitud que fue el termómetro del poder de convocatoria de la ex ministra de seguridad quien no oculta sus aspiraciones de jugar fuerte en el 2023.
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