El decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, quien leyó la homilía de la Misa exquial esta mañana en la plaza San Pedro, realizó una semblanza conmovedora y precisa sobre el Papa Francisco, destacando las aristas principales que el propio Pontífice le imprimió a su servicio a la Iglesia y a la humanidad.
Aseguró que Francisco fue «un Papa en medio de la gente con el corazón abierto a todos» y «abierto a lo nuevo que surgía en la sociedad y a lo que el Espíritu Santo suscitaba en la Iglesia».
«La decisión de tomar el nombre de Francisco –recordó- apareció inmediatamente como la elección de un programa y un estilo en el que quería basar su pontificado, buscando inspirarse en el espíritu de San Francisco de Asís”.
“El Papa Francisco conservó siempre su temperamento y su forma de liderazgo pastoral y en seguida dio la impronta de su fuerte personalidad en el Gobierno de la Iglesia estableciendo un contacto directo con las personas y el pueblo», resaltó Battista Re.
Desde la Plaza de San Pedro, el Cardenal italiano a cargo de la homilía lo recordó como una persona deseosa de «estar cerca de todos, con una marcada atención a las personas con dificultad, gastándose sin medida, especialmente por los últimos de la tierra: los marginados».
La fraternidad de toda la humanidad, su relación con las demás religiones, el cuidado del planeta -“la casa común”-, la paz por sobre toda guerra “en la que nadie gana, sino que todos pierden”, su pedido de construir puentes y no muros, fueron otros compenentes de la síntesis que efectuó del Sucesor de Pedro, a quien esta vez le pidió que sea él quien rece por la Iglesia y como lo hizo el Domingo pasado, el Domingo de Pascua, bendiga a Roma y al mundo.