El Ministerio Público Fiscal informó que un pastor evangélico fue condenado por grooming mediante un juicio abreviado en la localidad de Paso de los Libres.
El hombre de 44 años, que oficiaba de pastor en una iglesia, fue condenado a la pena de dos años de prisión en suspenso y a cumplir reglas de conducta.
“Sergio René Blanco cometió grooming (artículo 131 del Código Penal) después de enviarle mensajes de contenido sexual, pedirle fotos sin corpiño y enviarle él mismo fotos de su cuerpo a una joven miembro de su iglesia. Había obtenido su número del grupo de jóvenes que solía reunirse en ese lugar de culto y, según el relato de la adolescente en Cámara Gesel, empezó a escribirle cuando su esposa viajaba a la capital de la provincia”, indicaron.

Según señalaron, la denuncia fue radicada por la madre de la víctima, luego de que viera en ella conductas extrañas: “No dormía bien y hasta se quiso autolesionar con un cuchillo, posteriormente a que el acoso por celular dejara paso a pedidos de Blanco para que fuera a su lugar de trabajo o a su casa para poder verla. El análisis de esos teléfonos y el testimonio de la adolescente aportaron a la fiscal elementos de peso para acusar al ahora condenado”, agregaron.
Incluso, sostuvieron que la hermana de la víctima “al notar el nerviosismo de quien compartía su habitación, contribuyó a exponer el delito. Llegó a relatar, también ante psicólogos y en Cámara Gesel, que su hermana le dijo que el pastor le pedía las fotos sin corpiño y que la «veía con otros ojos». La instó a contarle todo a su padre o lo haría ella misma. Cuando trascendió el hecho, el pastor fue a la casa a pedir perdón y decir que «se había enamorado por primera vez»”, enfatizaron.
Desde el Ministerio Público Fiscal expresaron que en la iglesia en la que víctima se había incluso bautizado, Blanco coordinada el grupo de jóvenes, mientras su esposa hacía lo propio con el de niños.

«El grooming implica una manipulación psicológica a la víctima, que usualmente es muy sutil, prolongada, calculada, controlada y premeditada con el objetivo de generar un vínculo emocional con la víctima para reducir las inhibiciones de la misma», argumentó la fiscal.
Y resaltó el impacto en la psiquis de la adolescente que ocasionó la conducta de Blanco, lo que emergió durante la Cámara Gesel: «Su estado afectivo y comportamental se caracterizó por llanto», dijo el profesional del Cuerpo de Psicología Forense. «Me dio miedo, me dio asco, me quise matar», habría relato la víctima.
El acuerdo de juicio abreviado fue homologado el pasado viernes por el juez de Garantías, Daniel Leonardo Insaurralde. La calificación legal del hecho que hiciera la fiscal Di Tomaso perpetrado por Blanco fue, en rigor, todavía más amplia: grooming en contexto de violencia de género, del tipo psicológica y sexual, bajo la modalidad de violencia doméstica.
El condenado deberá fijar domicilio, abstenerse de concurrir al de la víctima u otros sitios donde esta concurra. Ni acercarse a un radio menor de 80 metros. Y le fue impuesta la obligación de costear el tratamiento psicológico de la adolescente para propender a su recuperación y someterse él mismo a uno, con grupos de apoyo.

