Alejandro Zacarías es un chef correntino que al quedarse varado en Miami por una reprogramación de su vuelo a Buenos Aires, debido a las restricciones de vuelos y cupos de ingresos al país, fue albergado por unos compatriotas en un gesto solidario que traspasa fronteras y se impone al coronavirus.
Desde los 21 años que viaja por todo el mundo, cocinando para restaurantes de renombre, y hace dos años recibió una propuesta que no pudo rechazar: trabajar en Canadá. Nunca imaginó que al poco tiempo se desataría una pandemia que convulsionó a todos y afectó especialmente a los nómadas que en otros países encontraban las oportunidades para expresar sus talentos.
A punto de finalizar su estadía laboral en febrero del 2021, compró un boleto de avión de regreso a su casa con una ruta aérea que pasaba por Dallas y luego Buenos Aires. Fue en el aeropuerto estadounidense que se le informaron de las restricciones de ingreso a la Argentina, lo que derivó en que tuviera que reprogramar su vuelo y le sugirieron que tomara uno hacia Miami, donde la frecuencia de vuelos hacia Buenos Aires es mayor. Al llegar le avisaron que solo tenían vacantes para el 4 de julio y luego lo extendieron a mitad de julio. “Qué culpa tengo yo que salí del país hace dos años”, expresó a la prensa nacional que hizo eco de su historia.
Gracias a la iniciativa del buscador de pasajes Turismocity, que conecta a varados con voluntarios de hospedaje, Alejandro pudo conocer a Natalia y Martin Echevarría, una pareja argentina expatriada desde 2018 que reside en DeerField Beach, en las afueras de Miami. “Seguimos día a día las noticias de los cierres, nos tocaba de cerca porque son compatriotas, es terrible ver cómo la gente queda a la deriva”, contaron a Infobae.
“Hace dos años que no ve a su madre que lo espera en Corrientes. No se fue por turismo, es alguien que quiere volver y no puede”, insistió Natalia en solidaridad al correntino que se fue tras un sueño y ahora no puede regresar a casa.
Según la empresa de viajes, son más de 70 personas las que ofrecieron asilo a los argentinos varados en distintos puntos del mundo. “Hablé con el consulado local, también con la Cancillería, por ahora no he recibido respuesta. Tuve la suerte de conseguir un lugar, otros estaban en peores circunstancias con temas de salud o sin recursos económicos”, contó Alejandro, quien pese a estar cómodo con los Echeverría, no ve la hora de volver a pisar suelo correntino.
Fuente: Infobae.