En un enfoque singular que redefine la celebración del Día del Niño, el centro de salud María Auxiliadora, de Santa Ana, implementó una iniciativa que va más allá del juego y la golosina: una fiesta que integra una fundamental campaña de vacunación y control de salud.
La semana pasada, el personal se anticipó a los agasajos que se centrarán hoy, y convocó a los niños y sus familias con una visión que busca no solo conmemorar el mes de la niñez, sino también asegurar que los pequeños estén sanos y protegidos.
La propuesta surgió de la directora del centro, Laura Estigarribia, quien, en diálogo con EL LIBERTADOR, explicó que la finalidad fue concretar una campaña efectiva para atraer a las madres y concientizarlas sobre la vital importancia de las vacunas.
Esta estrategia busca transformar la percepción de los centros de salud, que a menudo son vistos solo como lugares de atención sanitaria. El objetivo es que los niños y sus familias pierdan el miedo y vean al vacunatorio como un espacio donde el personal de salud no solo «pincha», sino que también brinda alegría y acompañamiento.
La intención es incentivar a las familias a acercarse al vacunatorio más allá de las exigencias para planes sociales, enfocándose en la salud preventiva de sus hijos.
«Estamos tratando de que la mamá pierda el miedo a las vacunas, enseñarle que las vacunas son buenas, que le van a salvar a esa criatura, que esta vacuna va a crear resistencia a las enfermedades», explicó.
Continuó: «Y así, como hacemos con los niños, hacemos con las embarazadas, hacemos charlitas, tratamos de acercarlos al centro de salud de otra manera, para que no nos vean solamente como algo sanitario».
ESTRATEGIA
Así, manifestó el enfoque: «Con esta fiesta buscamos que el chico que va a la sala vea que el mismo que le vacuna puede entregarle una golosina, le puede entregar un juguete, le puede ayudar en el jueguito, puede jugar al metegol. Entonces, buscamos que el chico le pierda ese miedo y no lo vea (al personal de salud) como que sólo es ‘el que me pincha'»
Siguió: «Hicimos un marquito de que son superhéroes, porque eso es lo que le enseñamos, que al vacunado nosotros le ponemos un líquido que le va a dar superpoderes para poder defenderse de los virus, de las bacterias y de todas esas cosas que le enferman».
Así, el centro de salud no sólo celebra a los niños, sino que también refuerza un mensaje vital: la vacunación es una barrera fundamental contra brotes de enfermedades, especialmente importante para el ingreso escolar y la salud comunitaria. La Fiesta de los Superhéroes se consolida como un ejemplo de cómo la creatividad y el compromiso pueden transformar la salud pública en una experiencia positiva y empoderadora para toda la comunidad.
Un centro con significativa expansión
La directora del centro de salud, Laura Estigarribia lleva siete años al frente de la institución, ha impulsado esta y otras mejoras significativas. Recientemente, el centro experimentó importantes refacciones y restauraciones, expandiendo sus servicios de atención primaria para incluir diversas especialidades como pediatría, oftalmología, traumatología, ginecología, nutrición y cardiología, además de ecografías. Estas ampliaciones buscan evitar que los residentes de la zona deban viajar a la Capital para acceder a servicios de salud esenciales.
Además, se proyectan futuras expansiones para agrandar el área de internación, añadir más consultorios para especialidades muy demandadas como kinesiología, y mejorar la sala de emergencias, especialmente ante el creciente tránsito en la ruta 43.