La pandemia logró lo que parecía imposible. Luis Barrionuevo, histórico jefe de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra), selló una sugestiva tregua con el kirchnerismo. Los nuevos tiempos y la armonía se escenificaron el viernes pasado en Mar del Plata, donde el sindicalista cerró un acto propio junto con Eduardo de Pedro, el ministro del Interior y hombre de Cristina Kirchner en el Gabinete. Hubo hasta un cruce de elogios.
Barrionuevo valoró la presencia de De Pedro en el Congreso gastronómico y destacó su ayuda durante la crisis por el avance del coronavirus. «Wado de Pedro estuvo en los peores momento de la pandemia, siempre atendió el teléfono y siempre nos ayudó para resolver problemas ante la crisis que estábamos viviendo», dijo el líder de Uthgra, según la descripción del diario La Nación, a quien no atendió sus llamados para dar detalles de su acercamiento al Gobierno.
El funcionario también endulzó a Barrionuevo, a quien Cristina Kirchner intentó echar del Senado cuando participó de la quema de urnas en Catamarca. «Barrionuevo es el fundador del ATP», dijo el camporista De Pedro. Se refirió al programa nacional de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción surgió en pandemia para auxiliar a sectores en crisis por la situación sanitaria. La gastronomía y el turismo son de los dos sectores que más ayuda estatal recibieron para afrontar el pago de salarios de sus empleados.
La relación entre Barrionuevo y De Pedro tiene un lazo en común: Graciela Camaño. La ex esposa del sindicalista, con quien se casó en los 70 y se separó el año pasado, ocupa un sillón en el Consejo de la Magistratura, donde es colega de Gerónimo Ustarroz, hermano del Ministro.
En junio de 2020, durante el aislamiento estricto por la pandemia y sin visos de una salida, Barrionuevo fue muy crítico con el Gobierno. «Espero que no vayamos hacia un 2013 , dijo por entonces en una entrevista periodística. Reconoció la ayuda oficial y admitió que unos 8.000 comercios no volverían a subir sus persianas. Por la crisis sanitaria, se perdieron 25.000 puestos de trabajos, según fuentes del gremio de los gastronómicos.
Desde que el gremio de Barrionuevo comenzó a recibir la ayuda estatal a través del ATP o del plan Previaje, el sindicalista calló sus habituales críticas contra el kirchnerismo.
.