Hay una escuela en Santo Tomé que es conocida en la ciudad por las historias sobre aparecidos, sonidos extraños y situaciones inexplicables que presenciaron tanto docentes como estudiantes y el personal de maestranza. Se trata de la Nº 141 Berón de Astrada y, según dicen, estos eventos misteriosos se deben al hecho de que el establecimiento se edificó sobre un antiguo cementerio. Un youtuber local entrevistó a varias personas que trabajan allí y recogió testimonios sobre experiencias que definieron como paranormales.
Fue Johel DaRosa, quien en su canal de Youtube, donde registra historias y testimonios sobre «situaciones que desafían la lógica», quien compartió el video Relatos de la escuela 141 ¿Es verdad?, en el que dos docentes y una empleada de maestranza, relataron sus experiencias en la escuela.
El primer testimonio es el de Paola Viera, quien hace 17 años es parte del personal de maestranza de la institución. Ella recordó, por ejemplo, la vez que vio a una persona que luego, aparentemente, se esfumó.

«Venía de la cocina con mis elementos de limpieza y vi que ingresó una persona de afuera y pasa hacia los baños. Como tardaba, llegaban los chicos y le pedí a uno que por favor entre a ver si algo le pasó. Entró y salió y me dijo que no había nadie. Ahí me entró la desesperación. Comencé a buscar por todas partes y no, no había nadie. Pero estoy segura que entró y no salió y no me moví en ningún momento. Fue algo que me quedó grabado», relató.
«Después los ruidos que se escuchan sobre todo cuando está feo el tiempo. Siempre me tocó estar sola entre las 12 y las 13 y cuando llueve se escucha como se corren las sillas y los bancos y no hay nadie», agregó y mencionó que es en la parte superior en donde más ocurren los eventos extraños. «En las aulas, en los baños, se escucha como se cierran y abren las puertas. Y, varias veces pasó que las canillas se abrían solas», detalló.
Viera también habló de una recurrente sensación de que alguien la observa. «Me pasó varias veces, en la cocina, como un reflejo de una persona que pasa por detrás; como cuando sentís que está alguien con vos y le hablás, pensando que es un compañero, pero después te das cuenta que estás hablando sola porque no hay nadie», dijo.
«Ya no me molesta. Mientras no me asuste con otra cosa, ya estoy acostumbrada. Antes se decía que se veían caballos blancos y gente en el patio. Igual, si me preguntan, de noche no me voy a quedar», finalizó entre risas.
TURNO NOCHE
En el edificio funciona también una primaria nocturna y es por eso que otra de las personas entrevistadas por el youtuber fue la maestra Stella Maris Uguet, quien trabaja allí hace varios años. «En esta zona había un cementerio. Cuando se construyó esta escuela, los que hicieron los cimientos se encontraron con huesos de cadáveres y quisieron sacarlos, pero por la urgencia de la obra, algunos no se llegaron a remover», explicó y recordó que el edificio está junto a la Catedral, que antiguamente era el centro de la ciudad.
«Es justamente en el ala que está sobre la Catedral donde suceden más cosas. En la entrada principal. En invierno, por ejemplo, cuando estábamos en los salones se sintió varias veces que golpeaban las puertas, íbamos a abrir y no había nadie», recordó.
«En otra oportunidad, yo estaba dando clase en este sector, sobre calle San Martín y Víctor Navajas. Estaba con los alumnos y escucho en los salones de la otra ala, que estaba oscura y sin ocupar, unos ruidos como de los bancos cuando los están acomodando. Pensé que había entrado alguien a la escuela. Me voy hasta el salón, entro, prendo la luz y no había nadie. Las mesas estaban acomodadas y las sillas en orden…», relató.
«En otra ocasión, vi a una alumna que estaba como sorprendida mirando hacia el salón de enfrente. Estábamos con las puertas abiertas porque hacía mucho calor. La noté como rara, le pregunté qué pasaba y me dice: ‘Seño, ahí pasó alguien. Vi como un niño, una figura extraña, algo blanco’. Pero el salón estaba oscuro con las luces apagadas. Entonces fui porque pensé que las ventanas quedaron abiertas y entraron. Otra vez no había nadie», agregó.
«Yo nunca me encontré con nadie, ni vi nada. Pero sí puedo dar fe de los sonidos extraños. Incluso silbidos que no sabemos de dónde vienen. Hay infinidad de historias en esta hermosa escuela. Lo importante es que no hacen daño. Sabemos que no estamos solos. Yo por lo menos siento, la presencia de esas energías. Pero también siento que están tranquilas», aseguró.
EL PATIO
El tercer relato fue el de Octavio Pintos, otro docente del lugar. Su experiencia la vivió en el patio de la escuela. «Organizábamos un acto y cuando iba a hablar el maestro de ceremonia, nos llamó la atención que cuando el micrófono quedaba abierto se comenzaron a escuchar voces y música. Eran murmullos y de fondo, música», dijo y mencionó que en otra ocasión les ocurrió lo mismo y decidieron cambiar el lugar para ubicar el equipo de sonido. «Acá pasa algo raro que no podemos explicar, pero que tampoco le buscamos mucha explicación», completó.
Distintas experiencias, algunas similares, otras no tanto, que ahora quedaron registradas para que otras personas que pasaron por algo parecido, también se animen a relatarlo.


