Candilejas, Teatro Vocacional de Goya, pese a los inéditos momentos que se experimentaron por la pandemia, volvió para terminar festejando, con todo respeto a los protocolos sanitarios establecidos, sus 72 años al servicio de la cultura y la vida de esta ciudad señera en esta actividad en la historia del país.
Y EL TELÓN
SE LEVANTÓ
Luego de dos años, sus luces se encendieron y los personajes cobraron vida en el escenario el miércoles 15, con la sala colmada, de acuerdo al aforo que se permite y con la necesidad de decir «ya no más» a mucha gente, lamentaron sus integrantes. Como simbólica y tradicionalmente dice la frase, el telón volvió a levantarse.
En esta ocasión se repuso una nueva versión de Carta de tres amores, una idea del legendario Maestro de Candilejas, Horacio Carbone, con Dorita Ginocchi, quien la dirigió con el siguiente reparto: relatora, Nora Esquenon; Sinforosa Rolón, protagonizada por Celeste Camejo; a Tiburcio Rolón lo personificó Héctor Brikman; Rosa Aguirre, Diana Luque; al General Paz, Francisco Sánchez; el personaje de Camila O’ Gorman estuvo a cargo de Vero Fava y Uladislao Gutiérrez, de Gerónimo Malveira.
La presentación «es adentrarnos en la historia de Goya, en un formato teatral semimontado, que a través de cartas -reales e imaginarias- cuenta las vicisitudes de tres romances trágicos ocurridos en el siglo XIX en nuestra ciudad, donde se conjuga lo onírico con lo real», explicaron sus protagonistas.
Una puesta lujosa, luces con el nuevo sistema de iluminación, vestuario y música de excelencia.
En resumen, una noche de buen teatro como tiene acostumbrado la prestigiosa sala de Teatro Vocacional de los goyanos.
EL SEMILLERO
Luego de varios viernes de reuniones y trabajo, veintidós niños culminaron el ciclo de Candicitos 2021, puesta en función para padres, cuando todo su infantil talento y frescura se volcó en el escenario.
El también legendario grupo Candicitos, creado en 1979 por «la abuela Lila Pila», llega ya con 42 años de permanencia, a cargo de Héctor Brikman, con la colaboración de Celeste Camejo y Azucena Ojeda.
La permanencia de Candicitos, asegura la vigencia en el tiempo de Candilejas, dado su carácter de taller-escuela lúdica, se indicó.
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