Las ventas minoristas de las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) cayeron 5,1 por ciento anual en septiembre y acumulan una baja de 2,6 en los primeros nueve meses del año, frente al mismo periodo de 2022. En tanto, en el contraste intermensual, hubo un descenso del 1,1 por ciento con relación a agosto, según un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came).
Septiembre fue el de peor desempeño del año, según el Índice de Ventas Minoristas Pymes de la Came, ya que «el consumo acusó la pérdida del poder adquisitivo familiar derivado de las fuertes subas de precios, mientras las políticas de ingresos lanzadas por el Gobierno no alcanzaron a contener la caída en la demanda».
Desde la entidad indicaron que «hubo menos opciones de financiamiento en cuotas y eso revirtió decisiones de compra, especialmente en bienes de mayor valor», y que «algunos negocios notaron rechazos de pagos con tarjetas superiores a los habituales».
Dos de los sectores más afectados en el mes fueron: alimentos y bebidas; y farmacias. El declive de esos rubros básicos, «confirma la difícil coyuntura que atraviesa la actividad comercial», plantearon.
RUBROS
En alimentos y bebidas, las ventas descendieron un 8,1 por ciento anual en septiembre, a precios constantes y acumulan una baja del 2,6 en los primeros nueve meses del año frente al mismo periodo de 2022. En la comparación intermensual disminuyeron 1,6.
Hubo quejas por las demoras en las entregas de los proveedores y faltantes de harina, azúcar, yerba, café, entre otros productos.
Para el rubro bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles, el declive fue del 1,2 por ciento anual y suma un retroceso del 1,9 en lo que va de 2023. Sin embargo, en la comparación intermensual, las ventas subieron 2,4 por ciento.
Los locales vienen desde hace muchos meses con bajos niveles de ventas, manejándose principalmente con productos nacionales, y económicos. El aumento de precios del mes alejaron al público, y desde los negocios consultados contaron que por momentos se quedaron sin mercaderías por la especulación de los proveedores.
En los negocios de calzado y marroquinería, las ventas ascendieron un 4,3 por ciento anual y registra un aumento de 0,5 en los primeros nueve meses. En la comparación intermensual, también subieron, un 3,5 por ciento.
El sector arrancó su temporada alta, y este año con anticipación por las agradables temperaturas que se arrastran desde agosto, lo que apresuró las ventas de calzado primaveral. En algunas tiendas señalaron que es posible que se hayan anticipado compras del Día de la Madre, para cubrirse de próximos aumentos.
Las ventas se desplomaron 12,3 por ciento anual en septiembre en el rubro farmacia, sin embargo, aún acumulan un crecimiento de 3,2 en el año. En comparación con agosto, hubo una baja del 9,9 por ciento.
Según el relevamiento, fue un mes muy malo para el rubro, no sólo por los bajos niveles de ventas si también por la caída de los márgenes de ganancias. No se consiguen drogas, faltan medicamentos, hay compras que los clientes deben encargar y buscar a hasta cinco días después.
En perfumería, hubo un declive del 1 por ciento anual, y también acumulan una caída de 1 en los primeros nueve meses del año. En la comparación con agosto, subieron 1,1 por ciento.
Se vendió poco y productos de bajo valor. En las tiendas manifestaron que no se consiguen cremas dermatológicas, y que las altas tasas que cobran las tarjetas por financiamiento en cuotas frenan las ventas. Además, con las últimas subas del dólar los productos importados quedaron muy costosos y no tienen salida. De todos modos, los empresarios son optimistas de repuntar las ventas en octubre, por el Día de la Madre.
Las ventas cayeron 3 por ciento anual en ferretería, materiales eléctricos y materiales de la construcción, y llevan así una baja de 1,1 por ciento en el año. En cambio, la comparación con agosto arroja un saldo positivo de 2,1 por ciento.
Durante el noveno mes del año no ayudó la baja disponibilidad de crédito en las tarjetas, donde muchos clientes se encontraron con sus límites saturados, ni la incertidumbre cambiaria, ya que es un ramo muy sensible a esas dos variables. La cercanía de fin de año en un mercado que no se reactiva está generando incertidumbre en los comercios del sector, que están siendo muy prudentes al estimar el stock para los próximos meses.
Finalmente, en Textil e indumentaria las ventas bajaron un 1,9 por ciento anual en septiembre, y hasta ahí llevan una caída de 7,3 por ciento, siempre contrastado con el mismo lapso de 2022. En relación con el mes pasado descendieron 0,6 por ciento.
Lo que mejor se vendió fue la ropa deportiva, pero no en los niveles previstos para el mes. Algunos comercios dudan si anticipan compras o no, por temor a no poder vender la mercadería. Las subas de precios achicaron los márgenes de ganancias porque hasta el momento del relevamiento, los empresarios señalaron que no pudieron aun trasladar todo al cliente.
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