GOYA. El locutor goyano David Eliseo Espinoza Melero, como se informó en la edición del domingo pasado, falleció a las 13 del viernes 31 de diciembre de 2021, cuyo deceso provocó hondo pesar en la comunidad radial donde trabajó, LT 6 y en la comunidad en general que valoró su personalidad.
Precisamente un colega suyo, Carlos Gómez Muñoz, escribió con fecha de ese mismo día triste, una semblanza a modo de homenaje y que se transcribe aquí, a solicitud de otros compañeros suyo:
BRILLA UN PLANETA
EN EL CIELO
«Con el año que se va también se va un grande: David Eliseo Espinoza Melero. Del primero no quisiéramos tener recuerdo. Al segundo lo guardaremos por siempre.
No sólo en la memoria. También en el alma. Por su vida, su lucha, sus creaciones, sus logros. Y siempre teniendo en vista y a la par, a los demás. Por la elevación humana, la promoción espiritual y social de su gente, particularmente los habitantes de la zona rural. Casi siempre postergada, si no olvidada.
David nacido y andando sus primeros años en el paraje San Pedro, al Sur del departamento de Goya, partió desde lo más humilde y llegó a encumbrarse en niveles destinados a los elegidos. Vio la luz el 17 de abril de 1944 y desde temprana edad se distinguió por sus dotes de organizador imaginativo y decidido. Y así logró reunir a los parajes de la zona para conformar lo que en una segunda etapa se convertiría en la Liga Rural de Fútbol. Y en seguidilla consecuente la Fiesta de la Juventud, el Campo y el Deporte; el Departamento de Fútbol Rural Infantil de la Liga Goyana, el Clucigo, el club deportivo municipal y otras instituciones ligadas al deporte y a la actividad social y educativa. En lo confesional y lo laboral a su impulso se debió la conformación del Círculo de Obreros Católicos y obras y acciones en el Instituto Provincial del Tabaco, la Cámara del Tabaco y la Municipalidad de Goya. En esos ámbitos de elevado rango de decisiones brillaron su conocimiento, experiencia y capacidad de ejecución aquilatadas cualidades afinadas en su extensa experiencia en el ámbito rural y durante su peregrinar constante en los distintos parajes del campo goyano y correntino.
También maduró con los años una gran solvencia en su actuación periodística en medios radiales, principalmente LT6, y gráficos prestigiosos tanto locales como de la Capital de Corrientes y Reconquista, Santa Fe. Fue convocado a desempeñar funciones de Secretario de Prensa en eventos y comisiones de gran trascendencia, como la Fiesta Nacional del Surubí.
No queremos olvidar que sus torneos de fútbol rural fueron transmitidos a la provincia a través de LT 6 Radio Goya, que lo tuvo como creador y conductor de programas de gran atracción, sobre todo para la zona que sentía como propia, la campiña goyana y comarcas vecinas.
Su bonhomía y don de gentes le granjearon el aprecio y la simpatía unánimes. Jamás un escollo lo arredró y más habida cuenta de lo difícil que resultaba unir y acercar conceptos y posiciones en zonas apartadas y desconocida vecindad. Hasta debió lograr inscribir árbitros para desarrollar los torneos rurales y a veces, por inesperadas ausencias, el mismo debió asumir la responsabilidad de dirigir los encuentros. También fue su logro que las finales se jugaran en los mejores estadios de nuestra ciudad y que la afición urbana se volcara ansiosamente a ver en acción a los muchachos del campo. También inscribe como logro importante el hecho de borrar diferencias hasta entonces poco menos que irreductibles, entre campo y ciudad.
Circunstancialmente presidió la Liga Goya y algún evento trascendente en algo tan preciado para los goyanos y la región como la pesca deportiva.
Quien desee conocer algo más de lo mucho que la personalidad descollante de David Eliseo ofrece puede consultar su libro Idea, voz y acción, prologado por el contador Eduardo Villarreal y el doctor Sebastián Melero. O también Historias oídas (O contadas fuera del micrófono) escrito por el profesor Julio Norberto Cocito y prologado por la poetisa Alicia Árnica de Nardelli.
Por esta breve semblanza tal vez algunos logren dimensionar las grandes virtudes del amigo que se va pero no del todo. Nos deja su enorme ejemplo de superación humana y espiritual. Destacó siempre a la familia como el máximo valor a defender y exaltar a ultranza.
A su esposa Edis Zenaida Aranda y a sus hijos Leandro Fabián, Lucrecia Aracelli y Noelia Yanina lleguen nuestras sentidas condolencias y nuestra expresión de sincera admiración a quien sentimos siempre muy próximo y hermanado en sueños e ideales.
Y nuestras plegarias lo acompañen junto al Eterno Padre».
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