El presidente Javier Milei enfrenta el riesgo de una significativa derrota en el Congreso por la coparticipación del impuesto País al no convocar a los gobernadores para discutir el tema.
Se esperaba que Milei iniciara negociaciones con los mandatarios tras la sesión del viernes, ya que estos cuentan con los votos necesarios para aprobar la coparticipación del 21 por ciento del impuesto a las provincias.
En caso de aprobarse este cambio, las provincias recibirían casi 2 billones de pesos al año, con excepciones como Buenos Aires con 40 mil millones al mes, Córdoba 15 mil millones y Tucumán 10 mil millones.
A pesar de la negativa de la Casa Rosada, algunos gobernadores, incluido el mandatario de Buenos Aires, Axel Kicillof, evalúan votar a favor debido a los beneficios esperados.
Martín Llaryora, gobernador de Córdoba, lidera la iniciativa de los gobernadores para modificar el impuesto, con el respaldo de radicales de Jujuy y diputados de Misiones y Salta.
Aunque el Gobierno nacional se opone, hasta este domingo, a escasas veinticuatro horas de la votación, hay indicios de que algunos gobernadores de Juntos y sus diputados podrían respaldar la coparticipación.
A pesar de contar con los votos, Milei no busca reunirse con los gobernadores y planea viajar a Israel el lunes, dejando la negociación en manos de Guillermo Francos.
Sin Milei, se cuestiona la viabilidad del acuerdo, y fuentes indican que el líder de Juntos por el Cambio podría vetar el artículo, pero la oposición busca reunir dos tercios de la Cámara para ratificarlo.
Este enfoque de Milei ha generado preocupaciones en su propio entorno, con críticas a su desprecio hacia los diputados aliados y advertencias sobre el riesgo de subestimar a los gobernadores y la negociación política.