La comunidad de San Luis del Palmar atraviesa una nueva crisis hídrica que combina precipitaciones extraordinarias con un suelo que ya no tiene capacidad de absorción.
De acuerdo con un informe de la mañana de hoy, hay mínimo 40 familias evacuadas, muchas familias que fueron auto evacuadas.
Se debe no sólo por la crecida del riachuelo sino también por el desborde del Riachuelo.
Según las proyecciones, no descartan que existan más inundados, mucho más gente evacuada y el tiempo está bastante complicado.
La lluvia del lunes por la mañana fue descrita como «impresionante», superando todas las previsiones técnicas del municipio.
Desde el análisis urbanístico, el colapso de las calles —convertidas literalmente en ríos— responde a un límite físico insuperable. Expertos y autoridades coinciden en que no existe sistema de desagüe pluvial capaz de soportar intensidades de 100 mm por hora, como las que se vieron en localidades vecinas como Empedrado. En San Luis, esta situación se agrava por la falta de mantenimiento en los cauces de arroyos y ríos cercanos, que actúan como cuellos de botella cuando el agua busca su salida natural hacia Laguna Brava, en Capital o el sistema del Riachuelo.

