La noche del viernes 25 de agosto quedará grabada como una jornada oscura en el mundo del fútbol en Goya. Durante la disputa de la 16° fecha del Torneo de Fútbol de Veteranos categoría 35 años, el árbitro Ramón Riquelme fue víctima de una violenta agresión por parte del director técnico del equipo Medalla Milagrosa, Osvaldo Chamorro.
Chamorro propinó dos puñetazos certeros en el rostro de Riquelme después de ser amonestado por el árbitro en una jugada y posteriormente expulsado por agresión verbal. El incidente dejó al colegiado con heridas considerables en uno de sus ojos y lo obligó a ser hospitalizado.
El encuentro se desarrolló en el Estadio de Benjamín Matienzo, una cancha que ha sido testigo de varios encuentros deportivos en la Liga de Veteranos de Fútbol de Goya.
Desafortunadamente, la agresión ocurrió en un contexto en el que no había presencia de funcionarios policiales ni personal médico. Esta ausencia de medidas de seguridad, atención y médica en los estadios de la liga plantea serias preocupaciones sobre la seguridad de los jugadores, árbitros y espectadores.
Este no es el primer incidente de violencia en la Liga de Veteranos de Fútbol de Goya. La comunidad deportiva todavía recuerda un incidente del año pasado en el que un jugador sufrió una fractura facial en tres partes debido a un codazo brutal de un rival. La falta de una respuesta adecuada y la ausencia de una ambulancia para atender la emergencia resaltan la urgente necesidad de mejorar la seguridad y el manejo de situaciones críticas en la liga.
El Presidente de la Asociación de Fútbol de Veteranos Goya (A. F. V. G.), Dionisio “Papi” Amarilla, junto con otros dirigentes como Luis Quintana, Ariel Maldonado, Julio “Mono” García, Pared, entre otros, han sido designados como figuras clave en la administración de la liga. Ante este reciente y escandaloso acto de violencia, la comisión organizadora anunció la suspensión de los encuentros programados para el fin de semana. Sin embargo, la falta de acciones concretas y explicaciones detalladas ha generado descontento entre los afectados y la comunidad en general.
El brutal ataque al árbitro en el Estadio de Benjamín Matienzo en Goya es un sombrío recordatorio de los peligros que puede enfrentar el deporte cuando la violencia se apodera de la pasión.
Este incidente pone en aliviar la necesidad de aprender de abordar la seguridad en los estadios, así como de implementar medidas disciplinarias más sólidas para aquellos que perpetúan actos de agresión en el mundo del deporte. La comunidad deportiva y la sociedad en general esperan que este evento desencadene cambios significativos que garanticen un ambiente seguro y respetuoso para todos los involucrados en el fútbol amateur.
Fuente y fotos: Power Noticias