Algunos clamores de vecinos o la casi súplica de la asociación de Padres de Personas Autistas hicieron posible que el flagelo de ruidos molestos, de todas sus fuentes, se tenga en cuenta en las esferas gubernamentales y se avance, al menos desde la Defensoría de los Vecinos de la ciudad, con propuestas para llevar solución y hasta en un Proyecto de Ley que aún está en tratamiento en la Legislatura provincial.
En esta oportunidad, el defensor de los Vecinos de la Capital provincia, Agustín Payes, expresó en declaraciones a Momarandu.com sus expectativas hacia el Poder Legislativo, donde espera ser tratado ese proyecto de ley, que ya cuenta con media sanción del Senado, por la que se habilitará facultades para prevenir, mediar y sancionar contaminaciones acústicas.
Se trata de «un proyecto que estamos impulsando sobre los ruidos molestos, que tiene media sanción de los senadores y estamos viendo si lo aprueban tal cual vino de Diputados o hacen alguna modificación, con lo cual tendría que volver a la Cámara de Diputados», expresó el funcionario en las declaraciones que efectuó a ese medio digital durante la semana que pasó, y quien remarcó: «Esa es una expectativa muy fuerte que tenemos, hasta antes de que termine el año».
SUFRIMIENTO
Esto es «un tema que tratamos vinculado con otras problemáticas, porque seguimos teniendo personas, ciudadanos, vecinos que van a nuestras oficinas en un estado de mucha alteración después de un fin de semana», informó, porque es cuando los inadaptados sociales arremeten con ruidos, música a todo volumen o molesto, aunque sea tal el grado de inconsciencia que padecen que ni siquiera se dan cuenta que esas ondas sonoras les afecta a ellos mismos, al decir de los profesionales médicos.
SIN HERRAMIENTAS PARA INTERVENIR
La contaminación acústica es un tema grave, para el cual el Estado «no tiene herramientas de cómo poder intervenir» y «devolver la paz y la tranquilidad al barrio, a la zona, a la cuadra», admitió y comentó que «tenemos casos de vecinos de quienes su domicilio particular se transforma en un boliche los fines de semana o los feriados y hasta grupos de música en vivo llevan, cuando no hay ningún tipo de inversión acústica. Y menos hay, por supuesto, habilitación comercial, no hay absolutamente nada», denunció sobre quienes de hecho, no saben de respeto, educación, convivencia civilizada u observancia, incluso, de normas vigentes.
«Ahí es donde el Estado está haciendo agua; no está claro, no tenemos las herramientas necesarias para poder intervenir en esos casos», lamentó con énfasis.
«Podrías bajar un poco la música por favor que estoy trabajando», le dijo un vecino a la chica del departamento de al lado. Ella le respondió: «Pero si estoy en mi casa, por qué voy a bajarla». Parecía una chica instruida, pero se notó que galopaba en la ignorancia. El ruido no sabe de límites de propiedad, sino de responsable o culpabilidad de quien lo produce y se expande si no tiene paredes con buen aislante o un decibel aceptable.
Eduardo Hernández
Comunicador Social.
No es capricho, sino una cuestión de salubridad física y mental
Son muchos los expertos que advierten de la importancia de cuidar la salud auditiva y conocer los efectos nocivos del ruido, ya que, a pesar de ser uno de los problemas ambientales más relevantes, muchas veces ignoramos el alcance de su gravedad.
Para el doctor Ivan Domènech Juan, especialista del servicio de otorrinolaringología del Hospital Universitari Dexeus de Barcelona, este desconocimiento se debe, entre otros motivos, a que «la mayor parte del tiempo no somos conscientes del ruido que existe a nuestro alrededor».
La Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que exponerse a más de 70 decibelios durante un periodo de tiempo prolongado puede producir daños graves en el oído con consecuencias que pueden llegar a ser irreversibles, por lo que recomienda a los ciudadanos no exponerse a ruidos de intensidad superior a los 65 decibelios.
Sin embargo, el médico otorrinolaringólogo afirma que «actualmente, en las ciudades podemos estar expuestos a ambientes sonoros superiores como consecuencia de la contaminación acústica ambiental».
CONSECUENCIAS DEL
RUIDO EN LA SALUD
La exposición a la que se está vulnerable puede dañar las células sensoriales del oído interno y producir lesiones auditivas de diferente gravedad. Además, estar constantemente en un entorno ruidoso puede tener otras consecuencias como:
Aumentar la sensación de estrés y de fatiga.
Producir alteraciones en el sueño, si los ruidos se originan durante la noche.
Causar dolor de cabeza y sensaciones desagradables como zumbidos o acúfenos (percepción de ruidos en la cabeza).
Disminuir el rendimiento y provocar falta de concentración.
Producir sensación de vértigo o náuseas.
TENÉS QUE SABERLO
La exposición prolongada al ruido, ya sea en la vida cotidiana o en el puesto de trabajo, puede causar problemas médicos, como hipertensión y enfermedades cardíacas. El ruido puede afectar adversamente a la lectura, la atención, la resolución de problemas y la memoria.
En cuanto a recomendaciones, se apunta que se debe regular adecuadamente el volumen de los reproductores de música y aparatos electrónicos, especialmente si se utilizan auriculares.
Ajustar a un nivel adecuado el volumen de televisores, radios y otros dispositivos electrónicos mientras los usamos.
Limitar el tiempo de estancia en ambientes ruidosos o de actividades de ocio con niveles muy elevados de ruido como discotecas, conciertos, etcétera.
Respetar las horas de descanso propias y ajenas, evitando ruidos durante esos periodos.
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